La semana pasada recibí una invitación para ver un documental con imágenes nunca vistas de Fidel Castro . El documental prometía que vería un lado diferente de Fidel , y la curiosidad crónica que me aqueja se despertó. ¡No podía perdérmelo! Un viaje con Fidel no decepciona: uno descubre a un Fidel Castro cercano, burlón, pícaro y mucho más humano del que se ha retratado siempre. Las imágenes que logró capturar Jon Alpert son un documento periodístico único, y resulta sorprendente que hayan pasado tantos años sin que nadie las sacara a la luz. Alpert grabó 14 horas con Fidel , lo que el director Eduardo Suárez califica casi de reality show : el periodista consiguió grabarle tirado en la cama de su habitación, ofreciendo una cerveza, flirteando con las chicas del equipo, ver lo que estaba leyendo, bromear juntos, y hasta se animó a preguntarle por el chaleco antibalas que se decía que llevaba siempre puesto. Y todo con una naturalidad sorprenden...
"Si el Cine consigue que un individuo olvide por dos segundos que ha aparcado mal el coche, no ha pagado la factura del gas o ha tenido una discusión con su jefe, entonces el Cine ha alcanzado su objetivo"~ Billy Wilder