Os conté lo ansiosa que estaba por ver El último adiós de Bette Davis. Tenía ganas de saber más sobre ella, sobre su estadía en San Sebastián en 1989. Pensaba en la cantidad de detalles interesantes que iba a descubrir. Y pensaba que, de alguna manera, la conocería un poco más. No estaba equivocada.
El último adiós de Bette Davis nos cuenta sobre los días anteriores -y posteriores- a su última aparición pública. Y tiene mucho que contar. Es interesante escuchar a la gente que compartió con ella esos días, las personas que la conocieron fuera de un set, o que simplemente tuvieron la experiencia de intercambiar unas palabras con ella y descubrir que era mucho más que una diva.
Creo que el documental de Pedro González Bermúdez es un bonito homenaje a Bette Davis: nos la muestra como la diva que era, pero también nos muestra su lado humano. Es curioso cómo nos sorprendemos de que fuera una persona atenta, agradecida. Pero lo era. Y también era una perfeccionista, que exigía lo mejor de todos (inclusive ella misma).
El documental reconstruye tan bien esos días que uno siente que estuvo allí, que compartió con Bette Davis esos días en San Sebastián. La memoria de todas esas personas se convierte un poco en la nuestra, y uno sale de la sala con una mezcla de emociones que sólo podría definir como "nostalgia".
El canal TCM organiza una proyección de El último adiós de Bette Davis el jueves 2 de octubre, a las 20:30, en la Cineteca de Matadero (Madrid). Espero que podáis ir a verla y disfrutar de unos minutos inolvidables con Miss Davis.
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