¿Os suena de alguna parte Anna Maria Viktoria Hofman-Uddgren? Esta sueca fue actriz, cantante de cabaret, guionista y directora de cine. Anna fue pionera en Suecia, ya que de las primeras directoras de cine de esta nacionalidad (el título de pionera fue de Anna durante muchos años, pero corresponde a Ebba Lindkvist, directora de Värmländingarna en 1910).
La biografía de Anna ha sido siempre un poco tabú: según cuenta la leyenda, era la hija no reconocida del rey Oscar II de Suecia y Noruega. Anna nunca quiso hablar de su pasado; pero en sus memorias escribió que a los 17 años su madre la llevó al palacio real, y el rey fue quien pagó sus estudios en París, donde comenzó su carrera como actriz y cantante.
En 1898 descubrió la imagen en movimiento, y un año después era la responsable de las películas que se proyectaban en el Victoriateatern de Estocolmo.
En 1911 decidió ir más allá, y dirigió su ópera prima: la comedia Stockholmsfrestelser eller Ett norrlandsherrskaps äventyr i den sköna synderskans stad. La película se anunciaba como la primera película de una hora de duración, pero su papel como directora no se mencionaba en los anuncios. Eso sí, no faltaba mención al trabajo de su marido, el periodista Gustaf Uddgren, como el responsable de la producción. El papel de Anna, entonces, estaba reducido a su trabajo como actriz (interpretó el papel de la señora Westegard).
Pero eso no detuvo a Anna: ese mismo año dirigió dos películas más. Blott en dröm y Stockholmsdamernas älskling, los títulos de esas películas, además, contaban con la presencia de actores populares en Suecia.
Sus siguientes trabajos como directora fueron Fröken Julie y Fadren, ambas adaptaciones literarias. En ellas, Anna experimentaba con el montaje y el cambio de escenas. Las críticas no fueron buenas: los críticos consideraban que las adaptaciones de teatro a imagen muda en movimiento eran una especie de sacrilegio.
Su último trabajo como directora fue Systrarna, una historia escrita para cine por la escritora Elin Wägner. Quizás por el fallecimiento de N.P. Nilsson (dueño de salas, distribuidor de cine, y quien financiaba el trabajo de la directora), en 1912 Anna dejó la dirección de cine. Y sólo nos dejó un crédito más como actriz, en la película Vallfarten till Kevlaar (Ivan Hedqvist, 1921). Su carrera como directora había durado tan sólo dos años; pero en esos dos años consiguió dejar su huella en la Historia del Cine.
A partir de ahora, cada semana os contaré la historia de una mujer: famosa o desconocida, contemporánea o no tanto, exitosa o no. Y quiero invitaros a que me ayudéis a darlas a conocer: podéis contactarme vía Twitter (@pantalla_adicta), Facebook o e-mail, y podéis hacerlo con nombres conocidos o contarme vuestras historias de familiares, amigas o vosotras mismas. Cualquier mujer que haya rodado un corto, medio o largo, que haya trabajado en un set, tiene espacio en este blog. ¡Espero con ansias vuestro aporte!
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