Me encanta My Big Fat Greek Wedding. He perdido la cuenta de la cantidad de veces que la he visto, y siempre me divierto un montón con ella. Y, aunque no suelo hacerme muchas ilusiones con las secuelas, tenía muchísimas ganas de reencontrarme con los Portokalos.
No esperaba demasiado de My Big Fat Greek Wedding 2, y quizás por eso mismo no me ha desilusionado. El reencuentro con una de mis familias favoritas ha sido divertido, y me he echado unas cuantas risas con ellos. Cierto es que no han sido tantas como con la primera parte, pero me ha resultado entretenida.
Nia Vardalos no cae en el error de insistir demasiado con los gags que funcionaron en la primera parte, simplemente les hace un guiño. Quizás lo que le faltó fue conseguir regalarnos alguno nuevo que resultara tan bien como los de la primera parte, pero aún así consigue que uno se ría con la abuela y algunas de las ocurrencias del padre.
Creo que My Big Fat Greek Wedding 2 es una secuela decente, considerando que muy pocas secuelas suelen estar a la altura. Y creo que cualquiera que supo disfrutar con los Portokalos una vez sabrá disfrutar de la continuación de la historia, y descubrir que fue de Tula, Ian y el resto del clan.
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