¿Os he dicho alguna vez que me encanta William Shakespeare? ¿Y que Macbeth es mi favorita? ¿Y que considero que hay pocas personas capaces de interpretar a Lady Macbeth de la forma correcta? ¿Y que no dudé ni por un segundo que Marion Cotillard sería capaz de interpretarla de una forma fantástica? Si no lo he dicho antes, lo digo ahora.
Después de ver la Macbeth de Justin Kurzel, sólo me queda decir que si Shakespeare aún estuviera vivo estaría encantado con el resultado. No sólo por las interpretaciones, que son maravillosas, sino por la fotografía de Adam Arkapaw, el montaje y el resultado en general.
Macbeth es una belleza, he quedado encantada. Las brujas, el vestuario, Marion, Michael Fassbender, el diseño de producción, la fotografía, el montaje... ¡todo me ha encantado! Me ha gustado la forma en que se cuenta la historia, cada plano, cada escena. Me ha gustado que no es la típica película que uno piensa que verá cuando se trata de Shakespeare, pero sin alejarse demasiado de lo que me imagino cuando pienso en su Macbeth.
Es cierto que esta Macbeth, al no ser tan "clásica", puede resultar algo complicada para el público medio; pero pocas películas basadas en las obras de Shakespeare son consumidas por ese tipo de público. Creo que nadie que sea aficionado al bardo le pondrá pegas, y eso es ya un triunfo. A partir de ahora tengo una nueva película favorita basada en una de mis obras preferidas, y estoy segura de que no seré la única.
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