Si el año pasado 12 Years a Slave nos recordaba que aún existen personas esclavizadas, este año ha tocado recordar que aún hay países en los que las mujeres no tienen derecho al voto (entre otras cosas) con Suffragette.
La película nos cuenta la historia de Maud, una mujer que aceptaba la vida que le había tocado sin rechistar hasta que se encontró con mujeres que le enseñaron que podía vivir de otra manera. Maud se unirá a la lucha y en el camino perderá mucho; pero su esfuerzo merecerá la pena. Suffragette quiere recordarnos quiénes fueron estas mujeres que muchos consideran las primeras feministas, qué consiguieron, y reclama que su lucha siga viva.
Debo reconocer que, a pesar de que me interesaba mucho ver la película, por momentos me ha costado un poco conectar con ella. Me ha resultado un poco larga, quizás. Y también un poco superficial, en el sentido que no profundiza demasiado en los personajes. Quizás es por eso que tampoco logró emocionarme demasiado.
Aún así, hay que destacar el trabajo de Carey Mulligan, quien no decepciona jamás. También me ha gustado muchísimo la Violet de Anne-Marie Duff. Y claro, ha sido un placer ver a Helena Bonham-Carter, como siempre (y me encanta que se haya aficionado a los personajes que no llevan tanto disfraz; pero siguen siendo excepcionales).
Los que esperéis ver a Meryl Streep porque se la ha nombrado tanto desde que se anunció el proyecto, quizás es mejor que os vayáis haciendo de la idea de que no la veréis mucho... Pero que va a estar tan maravillosa como siempre. Después de todo, hablamos de Meryl Streep ;)
Si tenéis curiosidad por conocer la historia de las suffragettes inglesas, la película se os quedará quizás un poco corta de información. Os puede servir de introducción, eso sí. Y, a pesar de que a mí me costara conectar con la historia, puede que a vosotros no os ocurra: se trata de una película que sigue un formato que ya lleva un par de años resultándome aburrido, aún cuando se trata de una producción más que correcta. Se trata de poco más de hora y media junto a Carey Mulligan, que tampoco es un mal plan, ¿no?
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