No esperéis que Cooties sea una película más de zombies. Para empezar, porque los infectados son niños hiperactivos. Y porque, si bien hay momentos en los que hay sobresaltos, se trata de una comedia con un humor bastante negro (y, por ello, no todo el mundo la encontrará divertida).
Me reí viendo Cooties. Mucho. No pensaba que iba a reírme tanto y con tantas ganas. También sentí bastante revuelto el estómago con la escena inicial. Estoy acostumbrada al gore y no me afecta tanto ver sangre y vísceras, pero debo confesar que agradecí que los nuggets no formen parte de mi dieta.
Es cierto que no se trata de una película que vaya a gustar a todo el mundo, pero al que le guste la combinación de los sobresaltos y el humor políticamente incorrecto seguro le gustará. Puede que a alguno le ocurra que el final le sepa a poco, que es quizás la única pega que le pongo. Pero si queréis echaros unas risas entre mordiscos de zombies, Cooties es la película adecuada.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Habla! ¡Te leo!