Si alguien me hubiera preguntado hace algunos días sobre Johnny Depp, mi opinión habría sido bastante negativa. He seguido su carrera desde pequeña y pensaba que no sólo se había estancado, sino que ya estaba prácticamente acabada.
Mi única esperanza era Black Mass, ya que últimamente veía en todos sus papeles una caricatura. Le veía hacer una y otra vez lo mismo y, francamente, empezaba a aburrirme. No sabría decir si es que los directores no le pedían algo nuevo, o sencillamente que estaba cómodo y no se exigía más.
Pero en Black Mass vi al Johnny Depp que quería ver. Le vi hacer un papel diferente, un papel que requería de él algo más de lo que nos estaba dando últimamente. Y no lo hace mal. ¿Es para Oscar? No lo creo. Lo ha hecho bien, pero no es una interpretación que destacaría. Simplemente creo que es un buen giro en su carrera, y agradezco que por una vez saliera de su zona de confort.
Black Mass me ha gustado. Me ha gustado el ritmo y, a pesar de ser un formato visto muchísimas veces, no me ha resultado aburrida. La historia me ha resultado interesante y me he sorprendido al descubrir que el resultado no era exactamente como esperaba que sería. Sin embargo, no creo que sea una película que sonará cuando sea la hora de entregar premios.
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