El pasado 21 de mayo tuve la oportunidad de asistir al foro hispano-mexicano 189 maneras de hacer cine (organizado por NOCTURNA, IMCINE, la Embajada de México en España, Fundación Santillana, el Instituto de México en España y Centrocentro).
Al final de una jornada en la que se habló sobre la relación de ambas industrias culturales (México y España) y las posibilidades de colaboración entre ambos países, Alex de la Iglesia y Roberto Sneider tomaron la palabra para contarnos un poco sobre sus trabajos, las limitaciones, las "batallas" que libran para hacer cine, y dar un par de consejos a los aspirantes a cineastas.
Quien escribe fue armada de lápiz y papel, con los ojos y los oídos bien abiertos, y os trae hoy algunas de las cosas que ambos directores contaron durante la charla.
Sobre el guión
Para Alex de la Iglesia el guión de una película es una herramienta para empezar, secundaria. El guión pasa por muchas manos antes del rodaje, y que todos opinan sobre él al punto que ya no es lo que era. Al final, no se valora la creatividad o la autoría de un guión, sino su eficacia. Y todos tienen opiniones acerca de cómo hacerlo más eficaz. Alex dice que el trabajo del director es poner orden, y convertir el guión "manoseado y mancillado" en algo "rodable". Que, al final, no se note que lo han tocado tantos.
En la experiencia de Roberto Sneider, cuyas películas como director son adaptaciones de novelas (con guiones suyos), el proceso comienza con la película que nació en su cabeza de cuando leyó la novela. Su adaptación es su visión de la novela, pero también su visión del mundo. Y por eso, dice, es que algunas cosas cambian entre el libro y la película.
Sobre el trabajo del director
Alex piensa que rodar es "trabajar con amplificador". El director se lo pasa muy mal rodando: sufre, se cabrea. Pero ese sufrimiento es parte del trabajo. Dice: "rodar es duro; pero más duro es el aburrimiento, el paro, y el no poder hacer tu trabajo".
Sneider coincide. Nos cuenta que recordaba su primer rodaje como una experiencia muy dura; pero que cuando vio el detrás de cámaras se vio sonriendo todo el tiempo. Piensa que se debe haber quedado con el recuerdo negativo, pero que en realidad se lo estaba pasando muy bien. Y que suele pasárselo muy bien haciendo su trabajo.
Los directores coinciden en que el trabajo del director es conciliar su visión con el gusto del público y las circunstancias del rodaje. Dice Alex: "El director surge cuando te adaptas a las condiciones, buscando tu esencia y aquello que te llevó a hacer cine".
Durante el rodaje, el director descubrirá que el escenario no es el que tenía en su mente, que los actores no interpretarán a los personajes como él los imaginaba, y que cuenta con menos tiempo del que pretendía para hacer su trabajo. Y ahí es cuando tiene que hacer su trabajo, "poner orden" y lograr hacer algo que se acerque a su visión y entretenga al público.
Sobre el montaje
Alex, que está actualmente montando su próxima película, nos contó que muchas veces ni siquiera llega a ver todo lo que ha rodado. Que, a veces, cree que tenía material que nunca rodó; y que otras necesita salirse un momento de la sala para poder recargar energías.
Habla del montaje como un proceso largo y tedioso, en el que hay que encajar piezas. Recomienda repasar la película fijándose en detalles diferentes cada vez, para poder estar atento a todo, y también para no agotarse. Y, además, recomienda que no escuchemos las opiniones de los demás, porque parece muy fácil desde afuera; pero al final la película es tuya y escuchar a los demás puede ser muy malo.
Sobre sus películas
Ambos coinciden en que, después de ver sus películas tantas veces en la sala de montaje y en festivales, ya no vuelven a verlas. Sin embargo, hay dos momentos relacionados con ver sus películas que encuentran muy particulares.
Para Roberto Sneider, es muy interesante el poder ver sus películas acompañado de público. Lo recomienda; porque sirve para darte cuenta de qué funciona y qué no, y descubrir cosas que quizás no habías notado. Además, dice que verlas con públicos de diferentes lugares es una experiencia muy curiosa, ya que cada público reacciona diferente a las mismas escenas. Y te enseña mucho sobre su cultura y sus costumbres.
Para Alex de la Iglesia, ver sus propias películas cuando ya las ha olvidado es una experiencia única. Dice que es como ver la película de otro, y a la vez permite conocerse a uno mismo desde otro punto.
Consejos para directores
Además de contarnos sus experiencias como directores, Alex y Roberto se animaron a darnos algún que otro consejo. Cuando les preguntaron qué consejo daban a alguien que quisiera hacer su propia película, hablaron de su experiencia entrando a la industria (Alex haciendo decorados y Roberto en tareas de producción), y estuvieron de acuerdo en una cosa: aprendes con la experiencia y haciendo. Alex recordó que ahora es mucho más simple que cuando él empezó, porque tenemos la tecnología al alcance de la mano. Su consejo: "No pidas permiso. Hazlo".
Fue muy interesante y muy divertido escucharlos a ambos, conocer sus puntos de vista y sus experiencias. He salido de allí con ganas de repasar sus filmografías, y con ganas de escucharlos un rato más. Espero ansiosa la próxima oportunidad de escuchar a gente tan interesante.
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