En su libro "Reflections of the Shadow: Creating Memorable Heroes and Villains for Film and TV", Jeffrey Hirschberg (director y guionista) resume los 11 elementos que tienen en común los buenos guiones con los que se ha encontrado durante su carrera. He aquí una versión más corta de esa lista, que el autor publicó en Movie Outline y que he adaptado para compartir con vosotros.
1. Asume que el público tiene Trastorno de Déficit de Atención
El público retiene poca información. Sea por factores externos o no, cada vez prestamos menos atención a las cosas, y se puede afirmar que la atención (o la falta de ella) está directamente relacionada con la habilidad de establecer una conexión emocional. Por ello, debemos establecer esa conexión rápidamente. Debemos enganchar desde el primer momento.
2. Dedica la mayoría de tu tiempo a las primeras diez páginas de tu guión
Gladiator (Ridley Scott, 2000) engancha inmediatamente, cuando nos presentan al héroe. Si comienzas con una escena llena de acción, atraes. Las diez primeras páginas de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) contienen un robo a un restaurante y un diálogo fresco, imaginativo, de ritmo rápido y original. Si lees el comienzo de ese guión, seguramente querrás seguir leyendo.
Cuando termines las primeras diez páginas de tu guión, dáselas a amigos y familiares. Y pregúntales: "¿Quieres seguir leyendo?". Si responden que sí, vas por el camino correcto.
3. Escribe papeles atractivos para las estrellas de cine
Crea un héroe o villano memorable, y es muy posible que atraigas una estrella para tu guión. Los héroes y villanos únicos, inteligentes e intrigantes resultan magnéticos. Y los buenos actores querrán interpretarlos. También deberías ver películas cuyos protagonistas han ganado premios. Si escribes un papel interesante, atraerás talento.
4. Escribe de manera económica
Uno de los errores más comunes es escribir de más. Existen dos categorías para este error:
- Abundantes acotaciones: No te explayes demasiado en las acotaciones (no más de cinco líneas). Deben ser tan entretenidas como la historia que estás contando, a la vez que informan sobre los personajes.
- Diálogos obvios: Tienes que conseguir que el público piense un poco -no demasiado, no les frustres-, lo suficiente para meterse en la historia a nivel emocional.
5. Asegúrate de que cada personaje tiene voz propia
Para que tus personajes sean únicos y diferentes de los demás de la película, intenta:
- Evitar estereotipos: No escribas personajes que resulten familiares y típicos. Ve contra los estereotipos, dales frescura.
- Sorprende al público con peculiaridades y rasgos inusuales: es refrescante descubrir algo nuevo y diferente en los protagonistas, algo que lamentablemente ocurre muy pocas veces.
- Crea a alguien que los actores quieran interpretar: crea roles que no sean los típicos que ofrecen a los actores, dales esos personajes que buscan (como una heroína fuerte, algo que pocas veces ofrecen a las actrices).
- Transforma a tus personajes durante la historia: Toma a Rick Blaine (el protagonista de Casablanca [Michael Curtiz, 1942]) como ejemplo: al principio de la película asegura que no hará nada para salvar a alguien, pero al final hace justamente eso por Ilsa.
- Ponle las cosas difíciles: Nos gusta ver a nuestros héroes luchar. Si no hay conflicto, si no cuesta conseguir alcanzar la meta, es aburrido.
6. Entiende al público
Cuando escribes un guión, debes considerar dos tipos de público: los lectores (agentes, managers, productores y ejecutivos de estudios que leerán tu guión para decidir si participarán en tu proyecto), y el grupo demográfico que consideras que estará más interesado en ver tu película.
Las comedias deben ser graciosas y las películas de terror deben dar miedo, no al revés (que es lo que muchas veces ocurre). Hay cuatro grupos demográficos: hombres menores de 25, hombres mayores de 25, mujeres menores de 25, y mujeres mayores de 25. Por ejemplo, Pixar triunfa porque consigue crear productos que atraen a los cuatro grupos por igual.
7. Aprende la estructura de los tres actos
Hollywood tiene su lenguaje, y la industria esperará que en tu guión:
- Conozcamos al héroe sobre la página diez, sepamos qué quiere (su meta), y el género de la historia que estás contando.
- Saber hacia dónde va la historia al final del primer acto (aproximadamente la página 25), incluidos los riesgos (¿qué ocurrirá si no alcanza su meta?), el villano (persona, sitio, o lo que sea que sea un obstáculo para alcanzar esa meta).
- Los riesgos deben ser aún mayores sobre la mitad del segundo acto (aproximadamente la página 55). Puede ser un nuevo personaje, un nuevo obstáculo, o una transformación en el protagonista.
- Tu protagonista debe estar metido en graves problemas para el final del segundo acto (sobre la página 90). Hasta ahora, tu protagonista debería haber estado avanzando con tranquilidad hacia su meta; pero las cosas deben haber cambiado. Tienes que conseguir que el público se pregunte: "¿Cómo saldrá de esta?".
- Tu héroe tiene que haber diseñado un nuevo plan y haber logrado escaparse de los problemas del segundo acto en el tercer acto. Este es el gran final.
8. Sé consciente del tema, y consistente con él durante todo el guión
El tema no es el concepto principal (o el logline), sino algo más profundo. Por ejemplo, el tema de Die Hard (John McTiernan, 1988) no es un agente de policía luchando contra los terroristas, salvando a su esposa y a gente inocente. Se trata de un hombre tratando de reconectar con su esposa, descubriendo la importancia de la familia y el amor que siente por su esposa.
9. Mira una y otra vez películas exitosas que sean similares a tu historia
Hay un viejo dicho en Hollywood: "Quieren lo mismo, pero diferente". El riesgo en la industria es muy alto y por ello se tiende a elegir invertir en lo conocido, y en historias que atraigan audiencias globales.
10. Decide qué quiere tu héroe (la meta), qué ocurre si no lo consigue (los riesgos) y qué o quién es el obstáculo para conseguirlo (el villano)
Tienes que responder a esas preguntas para lograr una conexión emocional con el público. Por ejemplo:
- Toy Story 2 (John Lasseter, 1999)- La meta de Buzz es evitar que envíen a Woody a un museo en Japón. El villano es Al, y el riesgo es no volver a ver a Woody.
- Jaws (Steven Speilberg, 1975)- La meta de Martin Brody es matar al tiburón, el villano el tiburón, y el riesgo es que muera más gente.
11. Déjales con ganas de más
Esta regla es tan vieja como la industria, y sigue siendo relevante. Crea un final memorable, un clímax que sea satisfactorio para el público. Un buen final puede salvar a una película mediocre, pero un final mediocre puede arruinar una buena película.
Si tu clímax:
- Es grandioso y gratificante
- Revela un rasgo de carácter significativo de tu héroe o villano
- Resuelve el problema establecido en el primer acto
- Contiene suficiente sorpresa
- Ocurre entre cinco y 20 minutos antes de que acabe la película
Lo has conseguido. Y si cumples con todo lo que indica esta lista, seguramente estás creando una historia que puede ser exitosa. ¡Que lo disfrutes!
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