Hoy toca hablar del hermano menor de Jane Fonda: Peter.
(via Fonda.org) |
Peter Henry Fonda nació el 23 de febrero de 1940 en la ciudad de New York. Es hijo de Henry Fonda y Frances Ford Seymour. Estudió teatro en Omaha, Nebraska. Como su padre -y Marlon Brando-, formó parte de la compañía de la Omaha Community Playhouse.
Continuó su carrera en Broadway, y posteriormente probó suerte en Hollywood. Su debut fue Tammy and the Doctor (Harry Keller, 1963). El año siguiente rodó Lilith (Robert Rossen), The Victors (Karl Foreman) y The Young Lovers (Samuel Goldwyn Jr.).
No era el típico actor: llevaba el pelo largo y tenía una actitud rebelde, y por ello le costaba encontrar trabajo en Hollywood. Sus amigos eran músicos: se juntaba con los Beatles, los Byrds y Gram Parsons, y también se animó a grabar algunas canciones.
Su primer papel “contra-cultural” fue en The Wild Angels (Roger Corman, 1966), una película de clase B sobre los Hell's Angels. Lo continuó con The Trip (Roger Corman, 1967), una película que hablaba de la experiencia y las “consecuencias” de consumir LSD.
En 1968, Peter Fonda produjo, escribió y protagonizó la Easy Rider de Dennis Hopper, quizás el papel más significativo de su carrera. Fue nominado al Oscar por el guión. De esa nominación surgieron un par de proyectos: volvió a trabajar junto a Hopper en The Last Movie y dirigió y protagonizó The Hired Hand (1971).
En 1974 protagonizó Dirty Mary, Crazy Larry (John Hough) y Open Season (Peter Collinson). La primera fue un éxito de taquilla y se considera una película de culto, y la segunda fue un fracaso. Un año después trabajó en Race with the Devil (Jack Starrett).
En 1976 interpretó a un músico en Outlaw Blues (Richard T. Heffron), y probó suerte con la ciencia ficción en Futureworld (Richard T. Heffron), la secuela de Westworld. En 1979, dirigió y protagonizó junto a Brooke Shields Wanda Nevada, en la que también trabajó su padre.
Después de varios años sin mucho éxito, logró la aprobación de la crítica por su trabajo en Ulee's Gold (Victor Nunez) en 1997. Su trabajo en la película le dio una nominación al Oscar. En 1998 publicó su autobiografía, Don't Tell Dad. Su siguiente papel digno de mención es el de Terry Valentine en The Limey, de Steven Soderbergh (1999).
En el año 2000 recibió una Palm Star de Oro en el Paseo de la Fama de Palm Springs, California, y en 2002 entró al Salón de la Fama de las motocicletas americano. En 2004 puso voz a The Truth, un hippie del juego Grand Theft Auto: San Andreas.
En 2007 regresó al cine: interpretó a Byron McElroy en 3:10 to Yuma (James Mangold), a Damien Blade en Wild Hogs (Walt Becker), y a Mephistopheles, uno de los villanos en Ghost Rider (Mark Steven Johnson). En 2009 volvió a interpretar a un villano: The Roman, en The Boondock Saints II: All Saints Day (Troy Duffy), la secuela de la genial Boondock Saints. También trabajó en la serie de televisión Californication.
En 2011, produjo junto a Tim Robbins The Big Fix (Joshua Tickell, Rebecca Harrell Tickell), un documental sobre el vertido de petróleo en el Golfo de México. Su carrera como actor aún continúa: tiene dos proyectos en post-producción, Borderland (Paul Street) y The Runner (Austin Stark), que se estrenarán en 2015.
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