Lo que más me ha gustado de Open Windows es ver una historia desarrollarse en las ventanas de un ordenador portátil. Me he descubierto pensando en la cantidad de tiempo que habrá dedicado Nacho Vigalondo en diseñar, planificar y, sobre todo, en desarrollar la historia para lograr hacerlo de una forma casi perfecta.
Digo "casi perfecta" porque logró venderme la historia; pero me cuestioné qué clase de persona pincha en enlaces que le envían desconocidos. Claro que soy consciente de que existen esas personas; pero pensando que el protagonista es un webmaster, considero que quizás tendría más cuidado. Y, la verdad es que creo que no cuestioné nada más: estuve demasiado metida en la historia como para preocuparme en encontrar debilidades en la película.
Open Windows es dinámica, y es novedosa por su forma de contar la historia. Elijah Wood es tan bueno interpretando a un personaje inocente, que logra hacerte pasarlo mal pensando en cómo terminará. Y me encantó Neil Maskell perturbándome casi tanto como en la serie británica Utopia. Ojalá volver a verle pronto en pantalla, porque es un actor que me gusta muchísimo.
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