En marzo de este año, la compañía de teatro Roundabout homenajeó a Sam Mendes (American Beauty, Revolutionary Road, entre otras). En su discurso de agradecimiento, Mendes -que tiene experiencia en cine y teatro- habló de los 25 pasos que considera que hay que seguir para ser un director más feliz.
- Escoge siempre buenos colaboradores. Los mejores serán los que no estén de acuerdo contigo, porque eso significa que sienten pasión por lo que hacen, tienen opiniones, y sólo dirán que sí cuando realmente estén de acuerdo.
- Intenta aprender cómo hacer de lo familiar algo extraño, y viceversa. Dirige a Shakespeare como si fuera una nueva obra, y trata a cada obra como si fuera Shakespeare.
- Si tienes la oportunidad, no dudes en trabajar con Judi Dench.
- Aprende a decir "no sé la respuesta". Puede ser el comienzo de un muy buen ensayo.
- Ve al anfiteatro de Epidauro, en Grecia. Te hará darte cuenta de lo que formas parte, y cambiará la forma en la que ves al mundo.
- Evita las metáforas en las que una película u obra es un "pináculo" o "pico"; rechaza en absoluto la palabra "definitivo"; y si alguien utiliza la expresión "obra maestra", no sabe lo que hace. La búsqueda de la perfección es una actividad inútil.
- Si estás haciendo una obra o una película, tienes que tener una conexión con la historia para dirigirla. A veces son cosas grandes: American Beauty era sobre mi adolescencia, Road to Perdition sobre mi niñez, Skyfall era sobre la madurez y la mortalidad. A veces es una simple idea: por ejemplo, que todo ocurra en una discoteca. No es suficiente que te guste un guión: debes hacerlo tuyo.
- La confianza es esencial, pero no el ego.
- El teatro es el medio del escritor y del actor; el director es tercero en importancia. Si quieres aumentar tu ego, dirige cine.
- No leas críticas. Con que sepas que son buenas o malas, es suficiente. Cuando empecé, los artistas eran muchos más que los comentaristas. Ahora hay miles de opiniones publicadas para cada obra de arte. Aunque seas muy fuerte, la confianza es esencial para lo que haces. Y la confianza es algo frágil. Protégela.
- Hazte cargo de una sala. Una obra es temporal, un edificio es permanente. Intenta crear algo que sea permanente, que será usado y amado por otros.
- Nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo. Cuando aprendí a esquiar con mi hijo de diez años, él aprendió a los diez minutos y yo estuve cuatro días intentándolo y viéndome como un tonto. Pero, no temas sentirte como un tonto: es parte del proceso de aprendizaje.
- No hay bien y mal, hay interesante y menos interesante.
- La pintura, las novelas, la poesía y la música son formas superiores de arte. Pero el cine y el teatro pueden tomar prestadas cosas de ellas.
- No existen los "pases previos" en Broadway.
- No pienses en el producto o la respuesta de la audiencia. Piensa en el descubrimiento y en el proceso.
- Aprende cuándo es el momento de callarte.
- Si tienes un reparto de veinte personas, tienes veinte imaginaciones acompañándote. Úsalas.
- Recuerda que los Oscars son sólo un programa de tv.
- Hazlo. Robert Frost dijo: "Dilo todo un poco más rápido". No se equivocaba.
- La segunda producción de un musical siempre es mejor que la primera.
- Aprende a aceptar las culpas por todo. Si el guión era pobre, no trabajaste lo suficiente con el guionista. Si los actores fallaron, tú les fallaste. Si los sets, las luces, el póster, el vestuario no estuvieron bien, tú los aprobaste. Prepárate para aceptar ese peso sobre tus hombros.
- En pantalla, tu héroe puede deshacerse de 500 malos; pero si fuma un sólo cigarrillo... estás jodido.
- Ten una carrera alternativa planeada. Puede que nunca te dediques a ello, pero puede ayudarte a dormir mejor.
- Nunca, jamás, olvides la suerte que tienes de hacer eso que amas.
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