Desde que leí sobre el proyecto de Stuart Murdoch tenía muchísimas ganas de ver el resultado. Esperaba un largo videoclip con las canciones del disco que daba nombre a God Help the Girl, y no estaba equivocada: obtuve exactamente lo que esperaba. Aunque reconozco que me quedé con sabor a poco.
God Help the Girl es una historia simpática sobre un verano en Escocia. Y, aunque el título hable de una chica como la protagonista, aunque la película tenga a Emily Browning como la estrella, la protagonista es la música. La historia se enfoca en Eve, pero en realidad la vemos como la vive James (Olly Alexander). Y ahí es donde me he quedado un poco perdida: no sé mucho sobre James.
Entiendo que James se centre en contarnos todo sobre Eve, pero me he quedado con ganas de conocerlo a él. Y de saber más sobre Cassie (Hannah Murray). Apenas tenemos pinceladas sobre ellos. De hecho, apenas pasamos por encima de todo lo que ocurrió aquel verano. Un verano lleno de música y muy bonito, pero un verano del que me quedé con la idea de que supe poco.
Confieso que me he quedado un poco decepcionada con la historia, pero porque esperaba un poco más de ella. Sin embargo, creo que Murdoch no decepciona: la película es bonita, es divertida. Es un videoclip de dos horas. Ni más ni menos que eso. Un videoclip que entretiene y contagia las ganas de cantar y bailar.
Con el paso de los días me he descubierto con ganas de volver a verla. Muchísimas. Y eso me sorprende, porque después de verla me había quedado con la sensación de que no me había terminado de gustar. Sigo pensando en Eve, James y Cassie; y sigo con ganas de volver a pasar unas horas junto a ellos. Sigo tarareando las canciones, repasando mentalmente los escenarios y las coreografías.
Quizás son las ganas de conocerlos mejor, quizás es que en realidad God Help the Girl me ha gustado más de lo que pensaba. No lo sé. Lo único que sé es que tengo muchas ganas de volver a Glasgow con esos tres, y sospecho que no esperaré mucho para hacerlo.
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