Alan Rickman tiene, posiblemente, una de las voces más inolvidables de la historia del cine. Es nombrarle y, automáticamente, todos pensamos en esa voz. Infalible. Hoy os traigo un corto con él como protagonista, pero en el que no le escucharéis decir ni una palabra. Al menos no literalmente ;)
Dust, de Ben Ockrent y Jake Russell me ha resultado perturbador y hermoso a partes iguales.
Buen fin de semana.
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