Últimamente se habla mucho del rol de las mujeres en el cine: el porcentaje de mujeres ejerciendo roles en la producción de películas, el porcentaje de personajes femeninos en roles importantes para la historia, etc. Tanta charla al respecto me recordó el famoso test de Bechdel, un test muy simple que muy pocas películas aprueban. Y de ese test os quiero hablar hoy.
El test de Bechdel es un test muy simple, y sirve para comprobar la forma en que se representa a la mujer en un trabajo de ficción. El hecho de que un gran porcentaje de obras no aprueben es señal de que existe un estereotipo muy establecido y muy poca variedad en cuanto a la forma en la que se retrata a la mujer. Un dato curioso al respecto del cine que “aprueba” este test: suelen ser, en su mayoría, películas de bajo presupuesto; pero que funcionan muy bien en taquilla.
La imagen que he puesto más arriba es del comic Dykes to Watch Out For, donde nació el test en el año 1985. La autora –del cómic- es Alison Bechdel, de ahí el nombre. Aunque también se le llama Bechdel/Wallace, porque la autora atribuye las tres reglas a su amiga Liz Wallace. Otros nombres con los que se lo conoce son: la regla de Bechdel, la ley de Bechdel y la Mo Movie Measure (medida Mo Movie).
En el comic, dos chicas se plantean ir al cine. Una de ellas le dice a la otra que sólo ve películas que cumplan tres reglas:
- Que aparezcan al menos dos mujeres,
- que esas mujeres se dirijan la palabra,
- y que no estén hablando de hombres.
Y, que en consecuencia, termina viendo muy pocas películas. Dice: “La última película que he podido ver fue Alien. En ella, las dos mujeres hablan sobre EL MONSTRUO”.
Según Bechdel, la idea surge de un ensayo de Virginia Woolf, Una habitación propia (1929), en el que la autora observa que el retrato de las mujeres en la literatura suele ser muy simple: suelen ser madre e hija, rara vez amigas, y suelen retratarse a partir de sus relaciones con los hombres.
En cuanto a las mujeres en el cine, se ha observado que, en general: hay dos personajes masculinos por cada personaje femenino, y las mujeres participan en el doble de escenas sexuales que los hombres. Vistos estos datos, por el año 2010 resurgió el famoso test de Bechdel como forma de calificar si una película era woman-friendly.
Leyendo las tres reglas, uno pensaría que no es complicado superar el test; pero resulta que no es así. Y aún más curioso: muchas películas superan la prueba porque, en lugar de hablar de hombres, las mujeres discuten sobre el matrimonio o la crianza de niños. ¿Podríamos concluir que las chicas sólo sabemos hablar de hombres, matrimonio y bebés?
La razón por la que este test resulta importante es porque pone en evidencia la falta de variedad en los personajes y sus historias. Pero eso no significa que la mujer no esté bien retratada en el cine: hay películas que muestran mujeres con historias que no se limitan a matrimonio, hombres y bebés. El problema es que son, en porcentaje, menos películas.
Tampoco significa que sólo las mujeres están mal retratadas: si nos ponemos a medir con varas similares otras características de los guiones, podremos encontrar muchísimos otros puntos que se repiten sin cesar y la falta de variedad en personajes e historias de todo tipo. Y eso sólo es indicativo de una cosa: faltan ideas, y seguimos tirando de modelos y fórmulas sólo porque funcionan/funcionaban.
¿No creéis que es hora de renovarnos un poco y adaptarnos a los cambios que ha vivido nuestra sociedad? ¿No creéis que sería una buena forma de “normalizar” ciertas cosas y retratar un poco mejor nuestra realidad?
Si os da curiosidad descubrir qué títulos superan el test de Bechdel, podéis consultar la lista aquí.
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