El trailer de The Grand Budapest Hotel prometía que me gustaría. La estética, el cast, tenía varios elementos típicos del cine de Wes Anderson que me gustan. Pero hay algo que me pasa con su cine: a veces no termino de conectar con sus películas. Sin embargo, esta vez me ha convencido.
Me ha gustado el misterio, me han gustado los personajes, me ha gustado la forma en la que decidió contar la historia. Me ha gustado todo. Confieso que me he pasado gran parte de la película observando la simetría de sus planos (este video me hizo más consciente de su obsesión por los centrar la acción, y es inevitable notar que en la película abundan tomas simétricas). Pero eso no me distrajo de la historia, que me entretuvo más que otras.
Me ha parecido un bonito homenaje, hasta me ha dado la sensación de que es una película que se ha hecho con cariño. Y, algo que no suele ocurrirme mucho, cuando terminó la película tenía la sensación que suelo tener cuando termino un buen libro: tuve ganas de seguir escuchando al escritor, de pedirle que me contara más historias.
No sé si The Grand Budapest Hotel es mi película favorita de Wes Anderson, pero sí sé que es la responsable de que empiece a ver sus películas anteriores con otros ojos. Y que tenga MUCHAS ganas de volver a verlas. Wes, creo que al fin hemos conectado.
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