En 2010, Julian Assange y su Wikileaks estuvieron en boca de todos. Era de esperar que el cine se hiciera eco de esto, y lo hizo con una opinión muy clara: Julian Assange no es tan bien intencionado como él quiere que pensemos que es.
No voy juzgar a una persona que no conozco, pero no sé si las intenciones de Assange pueden medirse por los secretos sobre su vida privada que oculta. Tampoco creo que la película retrate al verdadero Assange, solamente cuenta una historia y la interpreta desde el punto de vista de alguien que trabajó junto a Julian Assange y con quien su relación no acabó en buenos términos (Daniel Domscheit-Berg, interpretado por Daniel Brühl).
Lo que más me gustó de The Fifth Estate no fue el montaje, la fotografía o el guión. Todo en la película se me hizo muy trillado, muy visto. Me dio la sensación de que Bill Condon estaba intentando hacer algo con el estilo de Fincher. Lo que más me gustó fue Benedict Cumberbatch. Y, sin embargo, hasta él me pareció algo flojo comparado con todo lo demás que le he visto hacer.
)
Creo que Bill Condon pensaba que tenía entre manos una nueva Social Network, pero se quedó muy por debajo de lo que esperaba conseguir. The Fifth Estate es entretenida, pero no es una película inolvidable. Y, cuando termina, no nos deja siquiera con la idea de que Assange sea tan “malo” como lo pintan. El resultado me ha parecido un poco decepcionante.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Habla! ¡Te leo!