Estoy segura de que (casi) todos hemos pasado una situación como la de este cortometraje cuando pequeños. Seguro más de uno sonreirá y se acordará de ese personaje del barrio al que le teníamos pánico, y que posiblemente fue víctima de más de una travesura.
Hay cosas que nunca se olvidan me transportó a mi infancia, me hizo sonreír. Y por eso he elegido compartirlo hoy.
Buen fin de semana. ¿Nos leemos en la madrugada del lunes?
Comentarios
Publicar un comentario
¡Habla! ¡Te leo!