Me gusta cuando Woody Allen decide cambiar el discurso y salirse de la historia que siempre esperamos de él. Me gusta que sorprenda un poco. Y Blue Jasmine me gustó mucho. Me gustó que esta vez no hubiera un narrador tan claro como en gran parte de sus películas, y que su personalidad no estuviera tan presente en sus personajes (aunque algunos aseguran que el personaje de Cate Blanchett tiene mucho de él).
Por si aún queda alguien que no haya visto Blue Jasmine –que lo dudo-, no destriparé la historia (y espero que nadie haya tenido la mala suerte de haber leído un artículo en donde cuenten el final). Es interesante verla sin saber nada, sin esperar el desenlace. De este modo, podemos ver al personaje de Jasmine de otra manera. Podemos, a pesar de que no caiga muy bien, llegar a entender su comportamiento. Y hacia el final de la película, podemos entenderla.
Realmente se me hace difícil no contaros nada: la historia se conecta demasiado con un capítulo de la vida de Woody Allen. Creo que es su forma de contar su lado de la historia, y creo que ahora empiezo a entender reacciones que han tenido algunos protagonistas de ese capítulo. Se pueden establecer muchas conexiones, y me ha dado muchísimo que pensar.
Pero dejaré de lado la vida personal de Woody Allen (que el blog va de cine, no de cotilleos) y me centraré en Blue Jasmine como película. Me ha parecido muy buena. Cate Blanchett está fantástica, y la veo alzándose con el Oscar que esperaba que Meryl Streep ganase por su maravilloso trabajo en August: Osage County. ¿Por qué? Porque si bien Meryl está imponente como siempre, lo de Cate Blanchett es algo que no estamos tan acostumbrados a ver. Y eso suele ser lo que se premia. No me malinterpretéis: Cate Blanchett me encanta. Y me ha gustado muchísimo su trabajo. Por eso creo que ganará. Meryl Streep es la mejor, y si fuera por mí debería celebrarse su existencia diariamente con un premio.
Cate Blanchett es lo más destacado y, si bien siempre digo que Woody Allen es uno de los mejores guionistas, no le veo ganando por el guión de Blue Jasmine. No comete errores, es un guión bien hecho. Quizás pone en la boca de algunos personajes palabras que jamás dirían; pero si los personajes de una película de Woody Allen no hablan como él, no es una película de Woody Allen. Es como si eliminásemos el jazz de su cine: imposible de concebir.
Me gusta cuando Woody no me decepciona. Su cine ha estado presente toda mi vida, me he acostumbrado a sus historias; pero últimamente empezaba a creer que le estaba costando encontrar la forma de contarlas. Amé Midnight in Paris; pero no pude siquiera escribir algo sobre To Rome with love, que me dejó fría. Y antes de eso, también me estaba encontrando con películas que no terminaban de convencerme. Blue Jasmine quizás no me ha gustado tanto como Midnight in Paris, pero me ha gustado. Me gusta este Woody Allen que decide hablar a través de su cine. Y espero que eso no signifique que está empezando a revisar su vida porque piensa que se le acaba el tiempo. ¡Aún queda mucho Woody Allen!
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