La primera parte de The Hunger Games me hizo reflexionar. Con el tiempo, lo que se quedó en mi memoria fue lo que más me interesó: la crítica social. Y, por eso, tenía muchas ganas de ver la segunda parte y descubrir cómo continuaba la historia (he decidido dejar los libros para después, cuando ya haya visto las películas).
Catching Fire comienza un año después de Los Juegos del Hambre, en los que Katniss y Peeta desafían al sistema y cambian las reglas del juego. Katniss se ha convertido en un símbolo de esperanza para su pueblo, y el gobierno intentará acabar con esa esperanza. No os destriparé la película, no. Os diré que hay que verla. Y que hay que prestar atención al mensaje (o al subtexto, como lo llaman los de un lenguaje un poco más elevado que el que uso por aquí).
Esta parte de la historia continúa criticando a la sociedad y al circo en que se han convertido los medios de comunicación, pero nos dice que recordemos que juntos podemos lograr el cambio. Katniss ya no está sola en la lucha –aunque nunca lo estuvo-, y si bien sigue participando del “juego” porque no cree que haya forma de vencer al enemigo, no puede evitar rebelarse y enfrentarse a las imposiciones.
Catching Fire está mucho más “cuidada” que The Hunger Games: muchos más efectos visuales, un vestuario que me enamoró… diría que es más espectacular. Me gustó que no se centraran demasiado en las escenas de la arena, aunque es verdad que a algunos puede resultarle un poco más lenta. A mí no se me hizo lenta, las dos horas y media (aproximadamente) se me hicieron cortas. Me recordó un poco a V for Vendetta, y cuando terminó sentí la necesidad de saber cómo acaba la historia.
Me encantó ver a Katniss un poco más relajada, por decirlo de algún modo. Jennifer Lawrence pudo soltarse un poco en esta película y hacernos reír con sus gestos. Catching Fire le permite demostrar que puede hacernos reír y emocionarnos, que es una de las mejores actrices jóvenes de la actualidad. A Josh Hutcherson le ha tocado un personaje que no me gusta nada, pero no puedo decir que la damisela en apuros le salga mal porque resulta creíble (y me pone de los nervios).
Me encanta ver a Woody Harrelson, Lenny Kravitz y Stanley Tucci; pero esta vez mis grititos internos de fan han salido al ver a Philip Seymour Hoffman. El eterno segundón que siempre me conquista en los pocos minutos que sale en pantalla, lo hizo otra vez. Es verdad que su malo está bastante suavizado; pero como no he leído el libro y considero que siempre interpreta sus papeles perfectamente, no puedo criticarlo. A decir verdad, no tengo nada que criticar sobre ninguno de los actores, porque han logrado que me meta mucho en la historia y me crea sus personajes.
En resumen The Hunger Games: Catching Fire me ha gustado muchísimo. Me he quedado reflexionando sobre lo visto, y me lo he pasado genial viéndola. Rescato ese: “Recuerda quién es el verdadero enemigo” y me quedo ansiosa por saber cómo continúa la historia de Katniss Everdeen y el pueblo de Panem.
Coincido contigo. Es más, me gustó esto del argumento con un contenido orientado a una sociedad en la que se descubren los valores y antivalores a flor de piel. También quiero leer los libros y creo que pediré alguno para Navidad porque quiero saber cómo fue realizada la adaptación, sobre todo en esta segunda parte. Los personajes son ricos por donde se los mire y quiero que venga la próxima para saber cómo se pone en movimiento la revolución de los sinsajos.
ResponderEliminar¿Leerás el tercero antes de ver la película? ¿O prefieres esperar? ¿Crees que si lo lees perderá la magia verlo en pantalla?
EliminarGracias por el comentario :)