Edward Scissorhands es una de esas películas que se graban en la memoria de quien las ve, o al menos eso ocurrió en mi caso: era una niña cuando la vi por primera vez, y la escena final de Vincent Price me afectó muchísimo. Entonces, aún no había leído Frankenstein, y apenas empezaba a comprender el lado oscuro de la vida.
Hoy, aún cuando ya he leído Frankenstein y he visto cosas que mi ingenua mente de aquella época jamás habría imaginado, Edward y su historia, y sobre todo esa escena de Vincent Price, siguen haciéndome sentir como cuando era niña y vi la película por primera vez.
Por eso, y porque estamos en las fechas en las que ocurre la historia, he decidido contaros un poco más sobre Edward Scissorhands (la que, por cierto, dicen que es la favorita de Tim Burton).
Edward nació de un dibujo adolescente de Tim Burton, y el primer borrador fue escrito pensando en la película como un musical. La idea, originalmente, era que Edward tuviera la necesidad de una conexión emocional y del tacto de otras personas, pero que fuera imposible tocarlo porque los objetos afilados podían hacer daño al que lo intentara.
El pelo de Edward fue inspirado por Robert Smith (de The Cure), al que Burton le propuso componer la banda sonora de la película. El músico no pudo aceptar porque estaba grabando un disco, y Danny Elfman acabó haciéndose con el trabajo (también cuenta la leyenda que es la banda sonora favorita del compositor).
El barrio en el que se desarrolla la historia está inspirado en el barrio de Burbank donde se crió el director, pero lo que vemos en la película está ubicado en el estado de Florida (Carpenter’s Run, Lutz). Sólo se cambió el color del exterior de los edificios y se agregaron las plantas y los setos que Edward modela. Los habitantes de las 50 casas del vecindario se hospedaron en un hotel cercano durante el rodaje. Algunos, además, fueron extras en la película.
El centro comercial también está en Florida, en Lakeland, y el restaurante estaba ubicado exactamente del otro lado de la calle del centro comercial; pero se trataba de un restaurante abandonado (de la cadena americana Sambo’s). La casa de Edward, sin embargo, fue construida en un set de la Fox. Burton indicó que quería que fuera como “la casa de Martha Stewart cuando sea vieja y esté loca”.
Todos estamos acostumbrados a ver a Johnny Depp trabajar con Tim Burton. De hecho, muchos piensan que el dúo ha estrenado muchas más películas de las ocho que han hecho juntos. Edward Scissorhands fue la primera, pero pudo no haberlo sido: Tom Cruise, Jim Carrey, Robert Downey Jr. y Michael Jackson querían el papel.
Michael Jackson tenía muchísimo interés en convertirse en Edward. Tom Cruise era uno de los preferidos para el papel, pero no le gustaba el final de la historia y se negó a trabajar en el proyecto. Y Gary Oldman, que recibió la oferta de protagonizarla, decidió que el papel no era para él.
Johnny Depp fue el elegido y adelgazó unos 12 kilos para meterse en un papel que, aunque sólo le exigía pronunciar 169 palabras, le exigió bastante físicamente: el traje le causaba calor en exceso, al punto que durante el rodaje de la escena en la que huye corriendo a casa se desmayó, y en la escena en que los vecinos le alimentan acabó vomitando después de rodar demasiadas tomas. El traje, según Burton, estaba creado de látex, cuero, un viejo sofá de su piso y cello, entre otras cosas. Para acostumbrarse a las manos de tijera, Johnny se las llevó a casa y las usaba a diario.
Crispin Glover audicionó para el papel de Jim, pero no lo consiguió. Lamentablemente (al menos para mí), Crispin no trabajó para Burton hasta Alice in Wonderland (2010).
Drew Barrymore, compañera de Crispin Glover en las Charlie’s Angels, fue la primera que se tuvo en mente para el papel de Kim. Pero quien se lo quedó fue Winona Ryder, quien iba a interpretar a Mary en The Godfather Part III y renunció al papel que le ofrecía Francis Ford Coppola. Ella dice que porque tenía gripe, pero otros aseguran que Johnny Depp la convenció de hacerlo. Y siempre nos quedaremos con la duda de si se habría criticado tanto a Winona como se critica a Sofia Coppola (seguro que no, pero que Mary es bastante sosa nadie puede negarlo…).
No he olvidado al inventor: Vincent Price. El papel fue escrito específicamente para él, ídolo de Tim Burton, y con quien ya había trabajado en Vincent (1982). La escena de su muerte me afectaba de pequeña, pero me ha afectado aún más de mayor al enterarme que se trata de la última aparición del actor en pantalla. Aunque, confieso que me gusta repetirme que alguien como él no podría haberse despedido mejor de sus fans.
Como siempre, os invito a aportar datos interesantes sobre la película en los comentarios.
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