¿Os he hablado ya de mi girl crush, Kristen Wiig? Por ella estaba esperando –ansiosa- ver Girl most likely. Sabía que Annette Bening y Matt Dillon compartían cartel con Kristen, lo que me aseguraba un par de risas. El trailer no prometía demasiado, pero se trataba de una película con Kristen Wiig y todo lo que hace pasa por mis ojos.
Reconozco que no es una película inolvidable. Es una película entretenida, cuyo mensaje es no olvidar jamás quiénes somos y de dónde venimos en nuestro camino por alcanzar nuestros sueños. Me gustó ver a Kristen en un papel “nuevo”: la he visto ser una madre, una amiga, y ahora le tocaba ser la persona que aspiraba a algo en la vida y se ha quedado por el camino. Lo consiguió con la misma facilidad que consigue hacerme reír. Y logró que conecte con su personaje.
Las risas vinieron de la mano de Annette Bening y Matt Dillon, que poco hacen; pero lo hacen bien. Destaco a Christopher Fritzgerald en el papel de Ralph, el hermano autista. Tengo especial debilidad por ese tipo de personajes, y el suyo me ha encantado. Darren Criss hace de chico bueno, guapo, etc. No lo hace mal; pero quizás es el que menos aporta a la historia.
No esperaba mucho de Girl most likely, y no me desilusionó. En el momento en que la vi no pensé demasiado en el mensaje, pero una vez me senté a escribir logré conectar los puntos y darme cuenta de que ese “There’s no place like home” de la escena inicial tenía mucha importancia: la familia, esas personas a las que siempre podemos volver y nos estarán esperando de brazos abiertos. No hay que olvidar jamás de dónde venimos. Eso es lo que más me ha gustado de Girl most likely.
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