Quizás no os lo he contado antes, pero soy MUY FAN de Rob Zombie. Me encanta. Sus películas me “afectan” y me fascinan al mismo grado. Me encanta su estilo, sus historias, sus personajes. Y me moría de ganas por ver The Lords of Salem. Lo que no me esperaba era encontrarme con una película que me recordó a otras.
¿Por qué? Empezando porque (ALERTA: SPOOOIIIILEEER!!!) la historia tiene mucho de Rosemary’s Baby. Siguiendo porque el pasillo me recordó muchísimo a The Shining, la escena de la iglesia –y algunas más- me hizo pensar en Devil’s Advocate. En algunas escenas pensé en Stigmata. Y en general, creo que se me han escapado varios detalles más que seguro recordaban a otras películas. No sé si es intencional, pero The Lords of Salem tiene mucho de otras películas. Muchísimo.
Y, sin embargo, no pierde su identidad. Sobre todo porque nadie como Rob Zombie para elegir la música de sus películas. La banda sonora es tan interesante como la película. En cuanto al trabajo actoral destaco a Meg Foster, culpable de que esa noche me costara pegar ojo pensando en su bruja.
Es realmente curioso, porque la película en sí no tiene demasiados sobresaltos que uno no espere; pero hacia la mitad estaba bastante nerviosa. No es que me afectara más que otras películas de Zombie, simplemente hace mucho tiempo que no lograba sentirme así viendo cine del género. Creo que repetiré, como siempre repito el trabajo de Rob Zombie. Y si aún no habéis visto nada del director, ¿qué estáis esperando? ¡Os estáis perdiendo algo buenísimo!
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