Que la peli muy rara vez será mejor que el libro es algo que todos tenemos muy claro. Cada uno tiene imágenes mentales de los personajes, les tiene cariño e imagina las situaciones de formas diferentes, y muy pocas veces eso que uno imagina tiene que ver con lo que las películas acaban retratando. Sorprendentemente, On the Road no se alejó tanto de la imagen mental que tenía. Cierto es que no llega a retratar como esperaba uno de mis libros favoritos, pero debo reconocer que hay cosas que imaginé tal cual salen en la película.
Empecemos por el hecho de que para contar toda la historia, todos sus capítulos, era necesario por lo menos hacer dos pelis de más de dos horas. Pero sí me frustra que hayan quedado afuera algunas de mis partes favoritas, algunas de las más poéticas, y se centre tanto en lo típico: sexo, drogas, alcohol y darle duro a Dean/Neal Cassady (Garrett Hedlund). Dean… en el libro Sal le tiene un cariño que la película no termina de mostrar. El Dean de la película es mucho más “detestable”. Quizás será que verle hacer las cosas duele más que leerlas, no lo sé. Sólo sé que cuando leí el libro no sentí lo mismo hacia Dean.
Y lo de apenas darle escenas a Allen Grinsberg (Tom Sturridge) me ha dolido. Porque es él quien más me toca de todos los personajes, es él el que más me inspira, y es él el que regala quizás los mejores momentos del libro. Le han pintado como a un chico caprichoso, cuando en realidad el libro me lo mostró más como un artista apasionado, adorable, loco –como todos los seres talentosos- y frustradísimo. Eso sí, el trabajo de Tom Sturridge sí me ha gustado.
En cuanto a Sal/Jack Kerouac (Sam Riley), pues lo mismo: no termino de conocerle. Es un espectador de todo, sí, pero también tiene personalidad, y casi no la veo. El resto de los personajes que pasan por su vida, igual. De su mujer, de esa historia entre ellos, nos dan tres escenas como para decir que no la han obviado. Vaya, qué bien (no). A su madre la vemos como un fantasma, que pasa por allí dos o tres veces para darle algo o mirarle de lejos. Bravo. Eso sí, escenas con Kirsten Stewart semidesnuda y haciendo el esfuerzo por reírse como una Lolita irresistible, las que queramos. ¿De verdad?
Con lo bien que se curraron los escenarios, el vestuario, con actores como Amy Adams, Viggo Mortensen, Kirsten Dunst, con la producción de American Zoetrope y la dirección de Walter Salles, hasta parece un insulto. Amy Adams, en los contadísimos minutos que sale en pantalla, deja una huella mucho más marcada que el personaje de Kristen Stewart (personaje que sabe mucho a poco).
Antes dije que On the Road (la peli) no se aleja demasiado de la imagen mental que tengo. Estéticamente no. El resto, bastante. Viendo On the Road tuve la sensación de ver una especie de vago recuerdo de un libro, con imágenes gráficas y personajes emborronados. Para los que no quieren leer el libro, decir que la peli es un vago resumen de la historia, suficiente para tener una idea general de lo que cuenta. Pero sí, si queréis saber qué cuenta Kerouac en su libro, hay que leerlo. Y valdrá la pena.
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