Una persona –que aparentemente me conocía muy bien- me dijo que tenía que leer “Las ventajas de ser un marginado”. Me dijo: “Ese libro fue escrito para alguien como tú”. Desde ese momento he intentado leerlo, siempre fracasando. No he logrado leer más que fragmentos, porque el libro jamás a caído en mis manos a pesar de lo mucho que lo he buscado. Quería, además, leerlo antes de ver la película. No lo conseguí.
The perks of being a wallflower no sólo me encantó como película, sino que me hizo cuestionarme si la razón por la que las películas jamás están a la altura de los libros es porque están hechas por lectores, y no por los autores que crearon las historias. Aún sin haber leído el libro, estoy segura de que nadie podría haberlo llevado al cine de mejor modo que su propio autor. Él conoce mejor que nadie a los personajes, ellos convivieron con él. Él sabe exactamente cómo imaginaba la historia. Sí, es verdad que muchas veces los autores trabajan en los guiones, aportan sus ideas como consejeros; pero dirigir su propia historia…
Siempre he dicho que cuando el director es el guionista la película me resulta más “firme”, por decirlo de alguna manera. Y en el caso de una película basada en un libro, me parece que el resultado que nos presenta Stephen Chbosky es ideal. No sólo porque nos muestra las imágenes que él ideó originalmente, sino también porque nadie mejor que él para decidir qué es lo importante de la historia y cómo quiere que actúen los personajes.
Centrándome en las actuaciones, destaco a Ezra Miller. Si en We need to talk about Kevin le noté demasiado exagerado, en The perks of being a wallflower me ha parecido excelente. Su histrionismo es perfecto para el personaje que interpreta, y realmente creo que se roba la película. Creo que Emma Watson se ha divertido muchísimo rodando The perks of being a wallflower, se ve claramente durante la película. Además, por supuesto, su personaje nada tiene que ver con la Hermione que nos ha mostrado todos estos años. Logan Lerman también me ha gustado, nos regala un personaje bastante adorable.
Otra cosa a destacar es la banda sonora. Aparte de “Hero” de David Bowie, todas las canciones –originales o no-, me han gustado. Realmente es una banda sonora de esas que escucharía en mi vida diaria, acompaña perfectamente a la historia, al mensaje, y es muy bonita. Cierto es que The perks of being a wallflower no será más que una película que hablará a los adolescentes –y, quizás, a mi generación-; pero me ha parecido algo muy logrado y me ha gustado el resultado. Quiero leer el libro urgentemente, la persona que me lo recomendó no puede haberse equivocado si la película ha tocado una fibra en mí.
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