Llegó el momento de meterse a los años ochenta de la mano de Mark Cousins y su Story of Film: An Odyssey. Y entramos por China y su imponente muralla. Cousins nos introduce a las dos realidades que convivían en el país. Nos habla de la Quinta Generación (graduados en el ‘82 de la academia) y de cómo fueron ellos quienes realizaron las películas más importantes del cine chino. Por supuesto, no deja afuera a Yiang Zhimou y ese maravilloso cine que nos regala (aunque solamente le menciona, ya que su trabajo es posterior).
De China nos vamos a Europa del Este, donde nos muestra cómo el cine soviético sirvió para dar mensajes y comunicar ideas al mundo. Nos habla de la censura, y del cine que no vio la luz hasta los años ochenta. En la parada por Europa profundiza en el cine de Krysztof Kieslowsky, ese director que cambia la forma en que vemos el mundo con esos colores maravillosos. Nos habla de la influencia del cine de Hitchcock en el cine del polaco, y nos muestra la crudeza de su cine con Krótki film o zabijaniu (que, por cierto, cambió la pena de muerte en Polonia).
La siguiente parada es África y su cine centrado en el pasado del continente. Nos muestra un flashback dentro de un flashback, y nos enseña que hacer lo que creemos que es bueno para la historia, aunque rompamos reglas, puede funcionar. De allí nos vamos a Estados Unidos, más precisamente a Wall Street. Vuelve a hablar de la televisión, de MTV y del videoclip. Nos habla de montajes más rápidos, de la influencia del videoclip en el cine. Nos habla de David Lynch y su protesta contra la racionalidad. Nos explica su teoría del “ojo del pato”, de su visión del cine y la realidad de los ochenta. También nos habla de Spike Lee, de su colorido saturado y su visión tan particular de la sociedad en la que vive. Nos presenta el cambio del héroe, la chica y el mejor amigo al cine más centrado en personajes complejos. Sayles y Rencie nos introducen a este cine independiente con una crítica muy fuerte al sistema de Hollywood.
De allí nos vamos a Francia y la reacción en contra de la seriedad. Nos habla de Luc Besson, Leos Carax. Y de allí, a España y el Almodóvar de la Movida y Víctor Erice. De España nos vamos a Gran Bretaña y Stephen Frears. Cada una de estas paradas nos hablan de lo mismo: revolución, escándalo, rechazo al mundo conservador. Nos habla de cine que se centra en la clase trabajadora, en gente sin hogar, en el multiculturalismo y los personajes fuera de lo habitual en el cine hasta el momento.
Por primera vez –si no me falla la memoria-, hacemos una parada en Canadá. Allí nos muestra Neighbours, en stop-frame, que Pablo Picasso catalogó como la mejor película de la historia; y de Jésus of Montréal, película que critica el poder. Habla de Cronenberg y de cómo es ejemplo de un cine que nos enseña lo hipócritas que somos, lo mucho que nos mentimos.
La odisea se acaba en una playa, donde Cousins nos anuncia que lo próximo serán los años noventa. Muero de curiosidad por saber qué cine nos muestra, de qué películas nos habla y si mencionará a los que creo. Lo comprobaremos en unos días.
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