Este post contiene spoilers, así que os recomiendo que la veáis antes de seguir leyendo si no queréis saber mucho sobre Ruby Sparks (que es ideal, como siempre os digo).
Creo que nunca os he contado: este blog nace de la suma de dos pasiones: el cine y escribir. Hace unos meses, con mucho tiempo libre encima, comencé a escribir una novela. Como varias cosas, la he dejado aparcada. Creo que este blog es una de las pocas cosas en las que soy medianamente constante. El famoso writer’s block me ataca mucho, pero el cine siempre me despierta la necesidad de comunicarme y compartir, por lo que el blog me permite ejercitar y continuar escribiendo.
Por eso, cuando supe que Jonathn Dayton y Valerie Faris, los directores de Little Miss Sunshine –una de las películas con las que más me he reído- habían rodado una película sobre un escritor, comencé a sentir curiosidad. Sabía que ellos sabrían mostrar eso que conozco de una forma que disfruto. Y, quién sabe, quizás me inspirasen. Aunque la premisa de Ruby Sparks me pareció algo que ya he visto, quería ver qué hacían con ella. Así que me arriesgué.
- Why do you think you're not writing? (¿Por qué crees que no escribes?)
- I don't know. I get a good idea and then, bam! I start thinking that it's the stupidest thing ever... (No sé. Tengo una buena idea y luego, ¡bam! Empiezo a creer que es la cosa más estúpida)
Adoré la descripción de Ruby. Simple y a la vez llena de detalles curiosos. Mi favorito:
- She can feel a change coming, she’s looking for it. (Siente venir el cambio, lo está buscando)
- Looking for what? (¿Buscando qué?)
- Something new. (Algo nuevo)
Me encantó cómo retrataron las conversaciones con Ruby, cómo las montaron. Me identifiqué con esa sensación que tenemos cuando estamos inspirados y escribimos sonriendo, porque nos gustaría escuchar o vivir lo que escribimos (o porque recordamos claramente un momento similar y lo estamos incorporando a la historia). Se me hizo tan ridícula en ciertos momentos que no podía hacer más que reírme. Tan llena de clichés, que esperaba que en cualquier momento pasara algo que me demostrara que todo era sarcasmo.
Me gustó mucho que el guión tenía líneas “inteligentes”. Que a pesar de que la historia tuviera todos los ingredientes de un cine que ya he visto, se podía leer entre líneas que más adelante había algo por descubrir. Y entonces, cuando empezaba a creer que todo era demasiado perfecto, la realidad golpeó a Calvin. Y a mí. Y comencé a analizar la historia desde la necesidad que tienen algunos de controlar al otro para sentirse menos solos. Y de cómo por más que uno crea que otro es perfecto, ese otro tendrá personalidad propia. Y -eso que esperaba más que nada- cómo lo que a veces deseamos tener se convierte en una pesadilla. Al fin: allí estaba lo que estaba esperando ver desde el minuto uno.
- She wasn’t happy, so I made her happy. And now she’s like this. (No era feliz, así que la hice feliz. Y ahora está así.)
Fue genial ver cómo los seres humanos no nos contentamos con nada, ni siquiera con lo que siempre quisimos. Me reí, como suele ocurrir cuando veo que el cine retrata la realidad de una forma tan simple. Ver cómo somos, cómo nada nos alcanza, y cómo la rabia es capaz de hacernos hacer cosas que pueden herir a otros. Lo egoístas que podemos llegar a ser, y lo poco que nos importa destruir a otros cuando estamos enfadados. Ruby Sparks también habla del poder, y en qué podemos convertirnos cuando lo tenemos.
Cuando me senté a ver Ruby Sparks –sin haber visto el trailer- esperaba reírme. Y esperaba reflexionar, pero no tanto. No esperaba quedarme asombrada con lo dura que puede llegar a ser la interpretación de la película. En el momento más duro de la historia no esperaba que diera el vuelco que dio, realmente no sabía qué esperar. Me sorprendió. Pero creo que en cierto modo ese vuelco acompaña la reacción del espectador que, como yo, está interpretando la historia y reflexionando a partir de ella. A veces la vida nos golpea tan fuerte que en un instante vemos todo, reaccionamos. Eso le ocurre a Calvin, y a mí creo que también me ocurrió viendo la película.
- That’s what you’ve got over any other schmuck with a broken heart, you can write about it. (Tienes esa ventaja sobre cualquier otro tonto con un corazón roto: puedes escribir sobre ello.)
- Who’d want to read it? (¿Quién querría leerlo?)
- A lot of people. (Mucha gente)
¿El final? Quizás demasiado bonito para mi gusto. Quizás la habría terminado antes. Pero cuando ella le dice: “Just don’t tell me how it ends, ok? (No me digas como acaba, ¿vale?)”, y él responde “I won’t. I promise (No lo haré. Lo prometo)”… no pude evitar sonreír. En el fondo creo que soy blandita, y que ese final no me pareció tan malo.
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