Mark Cousins empieza la onceava hora de su Story of Film: An Odyssey contándonos que hablará de Bollywood y Star Wars. Eso ya es un gran gancho. Nos habla del cine nacido en Hong Kong, ese cine que nace de inmigrantes chinos en aquella ciudad que a algunos se nos hace tan lejana: colorido, femenino, musical; que luego evoluciona en algo agresivo, rápido elegante. Nos cuenta la historia del Kung-Fu y cómo llega al cine de la misma forma que llegaron los westerns al cine norteamericano. Nos habla de su estilo, lo narra mientras vemos algunas de las mejores imágenes del género.
Nos cuenta cómo el cine actual de Ang Lee tiene mucho de aquél cine de los cincuenta, el cine de King Hu. Y luego nos lleva a los setenta, de la mano del gran Bruce Lee. Nos enseña que la evolución del cine en Hong Kong tiene mucho que ver con los cambios que vivieron la economía y la sociedad de la ciudad durante la década. Luego nos muestra el siguiente cambio, en los ochentas, a través del cine de John Woo. Escenas fragmentadas, gángsters; todo aquello que llevó a John Woo a dirigir acción en los Estados Unidos. Y cierra el capítulo del Kung-Fu cinematográfico hablándonos de cómo los Wachowski y su Matrix están fuertemente influenciados por él.
Más adelante, Cousins nos lleva a la India y al maravilloso mundo de Bollywood. Es mundo con una realidad inventada, bella, llena de música y danza. Compara el cine hindú (lo que llamamos Bollywood) y el cine bengalí: las pausas, los diálogos, el estilo. De la mano de Bachchan nos habla de la industria, de la necesidad cultural de comunicarse, del momento histórico en que el actor comenzó su carrera en el séptimo arte.
Después del paseo por el cine “del Tercer Mundo”, nos lleva a los Estados Unidos y su cine multiplex: Jaws, The Exorcist... Analiza el cine de Spielberg, y lo compara con Hitchcock. Por una vez, he visto al cine de Spielberg de otra manera: siempre digo que le prefiero como productor, pero a partir del análisis de Cousins he aprendido a ver cosas que antes no veía.
Mark Cousins cierra esta hora de la odisea con la obra más famosa de George Lucas: Star Wars. Y, de nuevo, he visto cosas que no había notado antes: las influencias de Kurosawa, Leni Riefenstahl, los phantom rides… ¡vaya! Confieso que ahora me han dado ganas de ver las viejas Star Wars para ver qué más descubro. Y con estas ganas me he quedado, mientras Cousins me hablaba de Reagan y las protestas en Tian'anmen que vendrán en la siguiente hora. ¡Vaya viajecito nos hemos pegado esta vez!
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