Mark Cousins sí que sabe cómo engancharnos desde el comienzo con su Story of Film: An Odyssey. Cada hora comienza con algo que nos atrae, y la octava no se queda atrás: Roman Polanski abre el capítulo. ¿Y con qué sigue? Animación. Si eso no es saber conquistarme, nada lo es.
Cine polaco, húngaro, checo, pakistaní; cine del que se habla poco aún en las clases de Historia del Cine. Ese cine es del que nos habla Cousins en la octava hora. También habla del cine soviético, británico y asiático, sin dejar de nombrar a su adorado Ozu. También nos habla de la relación del cine (y el Cinema Novo) con las revoluciones, cómo el cine retrata los momentos históricos y los cambios sociales. Compara las formas en que se retratan las ideas políticas (Brasil, Cuba y la URSS, Pakistán).
Entre otras cosas, nos habla de A Hard Days Night, y cómo su estilo define lo que hoy conocemos como videoclip. Cómo el retrato de lo que podría ser un fin de semana de amigos podía verse en el trabajo de grandes como Truffaut y Milos Forman. Y luego nos lleva a los Estados Unidos y los documentales de los sesenta. Nos habla de documentales con el estilo de la “mosca en la pared”, esos que no contaban con entrevistas ni escenas preparadas. De cómo su influencia y la del neorrealismo italiano pueden verse en películas como Shadows, del nuevo cine norteamericano.
Luego nos habla de Psicosis, quizás la obra más famosa de Hitchcock, y nos cuenta acerca del cine de Warhol, ese cine que influyó en el New Queer Cinema de los 90. Nos relata la caída del Old Hollywood Cinema, del nacimiento de la Generación de la Escuela de Cine, con Easy Rider como abanderada.
La octava hora de Story of Film: An Odyssey termina con 2001: A Space Odyssey. Cousins habla de Walter Rutman, de todo lo que la película de Kubrick significa. Cierra explicando cómo el cine, ese lenguaje que habla de la forma en que vemos el mundo, no evolucionaría. No, volvería atrás con la llegada de los setenta. Y cuando lo dice suena una música bastante “aterradora”, pero habrá que esperar a ver la novena hora para comprobar cuán “aterrador” es este retroceso.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Habla! ¡Te leo!