¿Qué decir que no se haya dicho ya de Café de Flore? Que me ha encantado. Que me sorprendió a pesar de haber leído bastante sobre ella (obviamente evité spoilers). Que Vanessa Paradis está maravillosa. Que es un peliculón. Supongo que todo eso ya lo habéis leído, porque a todos los que la hemos visto nos ha pasado lo mismo.
El montaje, la historia, la relación de Vanessa con Merin Gerrier (quien hace de su hijo), ¡todo! Maravillosa. Estuve enganchadísima toda la película, empaticé con los personajes, conjeturé, reflexioné… en resumen, me enamoré de Café de Flore. Y, sin olvidar que estuve los días siguientes tarareando la canción y soltando “Au ciel!” en lugar de suspiros cada vez que podía. Os parecerá un poco mucho, pero es que me gustó tanto que aún no termina de salir de mi cabeza. Me ha encantado la historia. Y os exijo que la veáis todos a la de ya. No os vais a arrepentir, ¡lo prometo!
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