¿Es normal que cada vez que veo una película con Daniel Day-Lewis me enamore perdidamente de él y de su talento? Es algo increíble, sigue ocurriendo. Una de las pocas películas suyas que me quedaban por ver fue la que le dio su primer Oscar, My left foot. Y, sí, la he visto y me he enamorado. Otra vez.
La película en sí no tiene mucho que destacar, es una biopic de 1989, con un formato casi de telefilm. Pero Daniel Day-Lewis no puede evitar estar maravilloso. Si bien es el típico papel que da un Oscar, no es que sea el papel, es su actuación. Perfecta. Ni de más, ni de menos. Nada que objetar. Nada más que decir. Sólo eso, que el talento de este hombre es demasiado grande.
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