Todos sabéis que la primera película que incorporó la voz fue The Jazz Singer (1927), ¿verdad? ¿Cuántos de vosotros habéis visto al menos alguna secuencia de la peli? Los que sí, sabréis que no se trata más que de lo que en inglés se denomina part-talkie, es decir una película muda que incorpora una o más secuencias con diálogo sonoro o alguien cantando. The Jazz Singer sólo tiene quince minutos de diálogos y alguna canción. El resto es diálogo en intertítulos (como en las películas mudas) y, por supuesto, cuenta con la banda sonora de una orquesta -grabada- como acompañamiento.
Este tipo de cine “híbrido” fue la base del proceso de transición del cine mudo al hablado -que no sonoro, porque sonoro fue desde que se incorporó la música-. No fue hasta 1929 que el cine fue cien por ciento hablado. Los estudios tardaron lo suyo en adaptarse al cambio e incorporar los nuevos equipos. Los productores notaron que las recaudaciones de los híbridos eran mayores, por lo que improvisaron cuatro soluciones diferentes:
- Remakes de producciones recientes
- Lo que se conoció como goat gland: películas terminadas a las que se les agregaba una o dos secuencias habladas
- Producción de versiones habladas y mudas
- Part-talkies
Todas eran anunciadas a partir de la premisa “¡Escucharéis a los actores hablar!”, aún cuando quizás sólo había una secuencia en toda la película en la que se escuchase la voz de los actores.
Los que habéis visto Singin’ in the Rain o The Artist sabéis el daño que hizo el paso del cine mudo al hablado en las carreras de algunos actores. Pero no sólo eso, la presión por añadir diálogos a las películas también arruinó varias películas. Algunos ejemplos de películas arruinadas por el sonido son: Lonesome –diálogos banales que cambiaron la opinión del público sobre los personajes-, Show Boat –se le añadió un prólogo y un par de números musicales; pero fue un fracaso-, y la sonorización de la versión muda de The Phantom of the Opera –no mejoró a la original, a pesar de una inversión de un millón de dólares-.
En 1929 la mayoría del cine producido en los Estados Unidos era hablado, con algunas excepciones. Una de las películas part-talkie más famosa es posterior a la llegada del cine hablado: Modern Times, de Charles Chaplin (1936). El resto del mundo no acogió con tanto entusiasmo las innovaciones tecnológicas: consideraban que enfocarse en el diálogo restaría valor a las virtudes estéticas del cine mudo.Sin embargo, industrias como la de Bollywood (India) debe su éxito al sonido.
Pero antes de que el cine tuviese voz, ya contaba con sonido. No sólo gracias a las orquestas que amenizaban las proyecciones, sino que se intentó grabar sonido mucho antes de darle voz a los actores.
El sonido es más antiguo de lo que creemos
La fusión del cine y el sonido nació mucho antes de los años veinte. Según cuenta la historia, nace aproximadamente a fines de febrero de 1888. Edward Muybridge -pionero de la fotografía- se reunió con Thomas Edison y, según dijo el primero, le expuso al segundo un plan para crear cine sonoro combinando su Zoopraxiscopio con el aparato de grabación de voz de Edison.
Supuestamente nada surgió de ese encuentro, pero años más tarde Edison inventaría el Kinetoscopio, que acompañaría a su fonógrafo y llevaría el nombre de Kinetófono. En 1899, François Dussaud exhibió en París el Cinemafonógrafo o Fonorama, un aparato similar a Kinetófono. Y en el 1900 se presentaron en la Exposición Universal de París cortometrajes de teatro, ópera y ballet en un aparato que recibía el nombre de Phono-Cinéma-Théâtre, junto al Fonorama y otro sistema llamado Théâtroscope.
Los problemas que presentaban este tipo de aparatos eran:
- La sincronización de imagen y sonido: se registraban y se emitían por separado, y era muy difícil activarlos exactamente al mismo tiempo
- El volumen del playback: los aparatos de sonido aún no estaban habilitados tecnológicamente para funcionar a un volumen adecuado en grandes espacios
- La fidelidad: los primeros sistemas producían un sonido de muy baja calidad cuando los actores no estaban posicionados directamente frente al aparato de grabación, por lo que la grabación en directo era limitada.
En 1907, Eugene Lauste obtuvo en Londres la patente para la tecnología del sonido en el cine, con un sistema que transformaba el sonido en ondas de luz que se grababan en el celuloide fotográficamente. Lauste había trabajado en el laboratorio de Edison entre 1886 y 1892. Jamás explotó este sistema. En 1914, Eric Tigerstedt obtuvo una patente alemana para trabajar el sonido en el cine, y llegó a demostrar su invención a una audiencia en Berlín. Denes Mihaly presentó su proyecto a la Corte de Patentes Real de Hungría en 1918. Ninguna de estas invenciones era adecuada para fines comerciales, por lo que los grandes estudios de Hollywood no se interesaron en esta tecnología.
No fue hasta los años veinte que se inventaron sistemas viables a nivel comercial. Las innovaciones más importantes incorporaban la reproducción del sonido sincronizado (playback). El primero data de 1919,y fue creado por Lee De Forest. Su sistema grababa la pista de sonido fotográficamente a un lado de la cinta cinematográfica (lo que se llama una impresión “casada”). La primera proyección comercial utilizando este sistema es del 15 de abril de 1923. Fue en el Rivoli Theater de New York.
También en 1919, se patentó en Alemania el sistema Tri-Ergon. La primera proyección con este sistema es del 17 de septiembre de 1922, en el Alhambra Kino de Berlín. Este sistema fue el dominante en Europa hasta finales de la década. En 1923, esta vez en Dinamarca, Axel Petersen y Arnold Poulsen patentaron un sistema en el que el sonido se grababa en una cinta paralela a la de la imagen. Este sistema obtuvo la licencia bajo el nombre de Cinéfono, que pertenecía a Gaumont. Fue brevemente comercializado.
En septiembre de 1925, se fundó la Fox-Case Corporation a partir del sistema desarrollado por un ex-socio de De Forest, el Movietone. Este fue el primer sistema de sonido en el cine viable controlado por un estudio hollywoodiense. El siguiente año, la Fox compró los derechos americanos del sistema Tri- Ergon, aunque lo encontraron inferior al Movietone e imposible de integrar al sistema anterior.
Otro sistema que se mejoró durante esta época fue el que grababa el sonido en discos de fonógrafo. El fonógrafo se conectaba a un proyector modificado, lo que permitía la sinronización. En 1921, se utilizó un Fotokinema desarrollado por Orlando Kellum para incorporar secuencias de sonido a Dream Street, de D.W. Griffith.Según cuentan, se grabaron diálogos; pero el resultado no convenció y nunca se utilizaron. Lo que sí se utilizó fue una canción, la cual pudo escucharse en el reestreno de la película el 1º de mayo de 1921.
En 1925, la Warner Bros comenzó a experimentar con el mismo sistema en los estudios Vitagraph de New York. La nueva tecnología recibió el nombre de Vitaphone, y fue presentada al público el 6 de agosto de 1926 en la premiere de Don Juan. La película tenía banda sonora y efectos de sonido, pero no tenía diálogos.
El sistema que acabó ganando la partida fue el primero (sonido en la cinta), debido a que no había problemas de sincronización, editar se hacía más simple, la comercialización de cinta y disco era más cara, y el hecho de que los discos debían ser reemplazados después de ser proyectada la película unas veinte veces. Sin embargo, al principio fue el sistema con sonido en discos el que ganaba la partida. Esto se debía a que costaba menos grabar y proyectar este tipo de sonido (los proyectores nuevos costaban más), y que la calidad del audio era mejor en disco que en cinta. Una vez que estos problemas fueron superados por el sonido en la cinta, este sistema fue el ganador.
La fidelidad en la grabación y amplificación del sonido comenzó a investigarse en 1922. La responsable: AT&T. Comenzaron investigando los dos sistemas de los que os hablé más arriba (sonido en cinta y en disco). Warner fue quien compró la primera invención de la compañía. En abril de 1926, ambas compañías firman un contrato para el uso exclusivo de esta tecnología, el Vitaphone, y que fue utilizada en Don Juan. Mientras tanto, los Bell Labs (el área de investigación de la AT&T) intentaban encontrar el modo de que el sonido pudiese transmitirse a toda la sala de cine a un volumen adecuado. El No. 555 Receiver, se instaló en el Warners Theatre de New York justo a tiempo para el estreno de Don Juan.
A fines de 1931, se le permitió a la Fox hacer uso del sistema a cambio de parte de las ganancias. Una vez dos estudios de Hollywood tuvieron el sonido en sus manos, era hora de comercializarlo. Y darle voz a aquellos actores que gesticulaban en pantalla. (Continuará)
Gracias por contarnos estas páginas primeras del cine. Cada año, me invitan a unos cursos iniciales de la Universidad para refrescar la Historia del Cine mundial y argentino y este post me servirá de maravillas.
ResponderEliminarUn saludo,
¡No te haces una idea de lo que me alegra saber que alguien encuentra útil esta información, María Laura!
EliminarGracias por tu comentario :)
Hola, me sirvió mucho esta información y me gustaría saber el autor detrás de este blog.
ResponderEliminarGracias por compartir esta información.