Leonardo DiCaprio es un buen actor. De verdad. A veces tengo que repetírmelo para creerlo, pero es así. Hace mucho que no hace las películas que le dieron la fama, y que volvió a demostrar que aquella nominación por What’s eating Gilbert Grape? no era casualidad. Sin embargo, tanto a mí como a quienes entregan los premios nos sigue costando asociar su nombre con el talento que ha demostrado. Porque sí, creo que es un muy buen actor. Me gusta mucho, sus trabajos me encantan. Incluidos aquellos que le exigían menos. Precisamente en J. Edgar me ha gustado verle hacer una de las cosas que creo que mejor hace: interpretar a personajes reales.
La fotografía me gustó, pero sí quizás me resultó demasiado “opaca”. Creo que es muy buena para retratar al personaje, ilustra una parte de su forma de ver el mundo –o de su forma de ser, a oscuras observándolo todo-; pero a la vez tiene apenas una sutil diferencia de tonos con el blanco y negro, sumándole que tiene muchísima sombra. Debo reconocer que me distrajo un poco de la historia. Creo que también es marca de estilo de Clint Eastwood, de quien tengo la idea de que le gusta utilizar paletas opacas y colores oscuros en sus películas.
El maquillaje me pareció bastante bueno, lo mismo que la caracterización de DiCaprio, con el pelo y los ojos oscuros. También me gustó mucho el maquillaje de Naomi Watts cuando la envejecieron. Me resultó muy natural. El de DiCaprio no tanto, pero el de ella creo que quedó muy bien. Me sorprendió gratamente Armie Hammer, me gustó mucho.
Antes de verla, me sorprendió que no estuviese nominada en los Oscars. Siendo de Clint Eastwood, me parecía que era fija en los premios, y sin embargo no lo fue. Entiendo que obviaran a Leonardo DiCaprio. Está genial en la película y el papel es de esos que ganan Oscars, pero lo he visto hacer cosas que me han impresionado más. Por lo demás, supongo que –y sé que me estoy metiendo en un lío al decirlo- es simplemente que Clint Eastwood apostó a lo seguro con la película. Que es buena, pero se hace larga, un poco pesada, y no arriesga demasiado. ¿Qué diferencia hay con The Iron Lady, por ejemplo? Muy poca, la verdad. Pero The Iron Lady me llegó de otra forma, tenía más ritmo y me enganchó mucho más. De todas formas, me sorprende que no se haya colado entre los nominados, siendo que se lo merecía bastante.
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