Recordaréis que os hablé de cómo Jean-Pierre Jeunet contrató a Audrey Tatou para el papel de Amélie a partir de esta película. Ocurrió que luego de contároslo me quedé con la duda de si ya la había visto, y me la tenía que quitar. Tengo la sensación de que sí que la había visto antes.
El papel de Audrey es uno de sus primeros, y por tanto secundario. Sin embargo, la chica se sale. El papel de niña inocente que ya vimos en Amélie realmente le queda bien, y su personaje en esta película es quizás el más interesante. De hecho, sin su papel, la película perdería muchísimo. Es que Audrey le roba la pantalla a la protagonista, que si bien hace un buen trabajo tiene un personaje con el que al menos yo no pude identificarme.
No me queda claro si se trata de un drama o una comedia (me decanto por la segunda). De todas formas, sabemos que en el cine francés los límites de género casi que no existen: toda comedia tiene su drama, y los dramas nos arrancan siempre alguna sonrisa. Obtuvo cuatro premios de la Academia de Cine francesa, entre ellos el de mejor película; ya con eso creo que os hacéis una idea de que no os hablo de un film malo, malísimo…
Os la recomiendo más que nada si tenéis curiosidad de conocer el trabajo de Audrey antes de saltar a la fama, ya que no es de las mejores películas que haya visto. Veréis que la chica siempre fue excelente.
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