Últimamente me ocurre que empiezo a creer que el hecho de que una película sea (co)producida por Studio Canal ya es sinónimo de calidad. No sé si me equivoco. He aquí una prueba de lo que digo.
Me senté a ver Julia pasada la medianoche, pesando que iba a ver otra Rachel getting married (Jonathan Demme, 2008) o algo por el estilo. Nunca me hubiera imaginado que acabaría histérica, a las 3 de la madrugada; y un poco entretenida por tópicos típicos del cine americano también, lo que es extraño considerando que la película se “define” como un drama francés. De francés poco, os aseguro, aunque los propios franceses opinen que es de lo más francesa que existe…
Sabía que Julia está inspirada en Gloria (John Cassavetes, 1980), a la que no he visto, por cierto. Otra cosa que sabía era que se trataba de una mujer alcohólica, y que la interpretaba Tilda Swinton (sinónimo de calidad desde mi punto de vista). Nada más. Y creo que eso fue bueno: no saber NADA de lo que iba a ocurrir -sorprendente, tratándose de una película premiada, que me hubiese mantenido completamente al margen y desconociese datos sobre ella-, y que el logo se Studio Canal me diese la bienvenida a la historia. Ese estado de “inocencia” frente a la película es casi imposible de lograr hoy en día, cuando prácticamente sabemos todos los detalles sobre la peli que veremos antes de entrar a la sala o darle al play. Extrañaba esa sensación, la verdad.
Si bien la película fue mal recibida en Estados Unidos –sigue causándome gracia que difieran tanto las opiniones de los “expertos” de un continente a otro, pero a veces también olvido que esos “expertos” opinan por opinar, al igual que yo lo hago aquí-, creo que tiene muchas más cosas con las que un americano puede identificarse. Dejando los tópicos aparte (y detalles como subir a un autobus y no pagar, que ya estamos tan acostumbrados a ver en el cine que no los vemos), hay que destacar la actuación: tanto Tilda como el pequeño Aidan Gould se lucen. Quizás también se le pueda “criticar” que me recuerde demasiado al cine de Alejandro González Iñárritu (cosa que tampoco es mala: Alejandro es uno de mis directores favoritos).
A mí me removió algo, me sorprendió, y me pareció bastante buena. Si no la habéis visto, si no sabíais nada sobre ella, quizás sea el momento de que la veáis: puede que la magia de ella resida en verla sabiendo poco… o nada.
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