Sabía que me iba a gustar esta película. No porque haya leído el libro, porque aún no lo leí; sino porque el trailer me había enamorado.
Me identifiqué con ambas protagonistas:
- Paloma y su visión del mundo como una pecera, donde no hacemos más que nadar en círculos hasta la muerte (¿quién nunca a pensado eso?). Me partí con la niña y sus diálogos.
- Renée y su intención de pasar desapercibida, de no querer romper las normas establecidas, ese miedo a vivir. Más de una vez me emocionó verla tan sola.
Entre los personajes hay antagonismos y puntos en común. Hay detalles muy bonitos, también, como las animaciones y la música. La película tiene un mensaje que me dejó pensando; pero no diré cuál para incitaros a verla. Vale la pena, aunque al final os quedéis con un nudo en el pecho (que ocurrirá, os anuncio).
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