Si no es un clásico, debería serlo. Si no la habéis visto, deberíais verla ya. El director de My left foot (Jim Sheridan) volvió a confiar en Daniel Day-Lewis, y no se equivocó.
La historia de Gerry Conlon es una historia sobre la injusticia contada en primera persona. Y el retrato de 15 años en la cárcel por un crimen que no cometió toca el corazón del más insensible. ¿Quién no siente emoción al ver caer papeles encendidos desde las ventanas de las celdas de la prisión cuando el padre de Gerry muere? ¿Quién no siente impotencia durante las escenas del juicio, cuando ve el esfuerzo que el personaje de Emma Thompson realiza por sacar la verdad a relucir, y cómo se intenta acallar esa realidad?
La primera vez que vi esta película no tenía idea de que estas cosas ocurrían, no tenía idea de la existencia del terrorismo, ni sabía qué era la IRA. A partir de la historia de Gerry empecé a interesarme sobre esta parte de la historia que nadie antes me había contado, y sobre todo, empecé a seguir el trabajo de los dos actores que más me habían impresionado: Daniel y Emma.
También vale destacar el trabajo de Pete Postlethwaite como Giuseppe Conlon, el padre encarcelado injustamente, que muere sin conocer la justicia. En su nombre fue que Gerry decidió luchar por la verdad.
Personalmente me gusta mucho ver películas basadas en hechos reales, porque siento que me acercan más a esa parte de la historia. En el caso de esta historia, me tocó de tal forma el alma que hoy sigue siendo una de mis películas favoritas, y jamás dudo en volver a verla.
Películas sobre el conflicto Irlanda-Reino Unido puede haber varias, pero ésta, que nos cuenta la historia de una familia que en cierto modo no estaba de ningún lado, es desde mi punto de vista la mejor.
Recuerdo que salí maravillado con este film cuando lo fui a ver al cine, incluso me compré su impresionante banda sonora...
ResponderEliminarCOmo película funcionaba maravillosamente, aunque se introdujeron algunas cosas que no eran ciertas dentro de la historia para darle más dramatismo y en eso no acabo de estar de acuerdo del todo.
De todas maneras el reclamo de la justicia me parece extraordinario
Angel, ¿qué película no transforma un poquito la verdad para darle la emoción que la vida real no tiene? Entiendo que no te guste que, digamos, te mientan; pero en mi caso defiendo las exageraciones del cine, porque sin ellas perdería toda su magia. Estoy segura de que si le quitaran aquello que introdujeron para dar más dramatismo no nos hubiera impactado como lo hizo. ¿No crees?
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