Durante el fin de semana ví dos films completamente distintos. Sin embargo, encontré en ellos algún que otro punto en común:
Love in the Afternoon: Billy Wilder fue el primer director elegido, tenía ganas de olvidarme un poquito del mundo y sus películas buscan justamente eso. Si bien la peli me parece interesante y bastante divertida, no pude evitar sentir rechazo frente a la idea de una joven Audrey Hepburn teniendo un romance con Gary Cooper... debo ser la única persona que realmente no quería que acabaran juntos.
Pero más allá de ese pequeño detalle, la verdad disfruté mucho viéndola. Sobre todo porque el vestuario de Audrey me fascinó de tal manera que me he empeñado en conseguir al menos una prenda similar. Siempre adoré el estilo de esta mujer, pero en esta película realmente quedé encantada con el vestuario.
La flor de mi Secreto: Al día siguiente opté por uno de mis directores favoritos: Pedro Almodóvar. Y la eleccíón de la película fue más que nada porque siento una adoración bastante grande por el trabajo de Marisa Paredes.
Y fue una elección acertada: me compenetré tanto en la historia que pasé casi toda la noche en vela pensando en los personajes. ¿Qué decir de esta película que no se haya dicho ya? Que en una parte de sus diálogos se plantea como una novela la idea que luego se convirtió en Volver; que es de lo mejor del cine de Almodóvar -en mi opinión al menos-, que Marisa está excelente como siempre.
Y claro, infaltable, que amé ver tanto rojo y verde. Desde que veo el cine de Pedro estos colores se han convertido en dos de mis favoritos; se ven hermosos en pantalla, y por más que ocupen el 98% de la escenografía y el vestuario, jamás me canso de ellos...
Y fue una elección acertada: me compenetré tanto en la historia que pasé casi toda la noche en vela pensando en los personajes. ¿Qué decir de esta película que no se haya dicho ya? Que en una parte de sus diálogos se plantea como una novela la idea que luego se convirtió en Volver; que es de lo mejor del cine de Almodóvar -en mi opinión al menos-, que Marisa está excelente como siempre.
Y claro, infaltable, que amé ver tanto rojo y verde. Desde que veo el cine de Pedro estos colores se han convertido en dos de mis favoritos; se ven hermosos en pantalla, y por más que ocupen el 98% de la escenografía y el vestuario, jamás me canso de ellos...
Se preguntarán, entonces, cuáles son las cosas en común que encontré en estas dos pequeñas joyas. No se trata de que ambos son ejemplos de películas de dos grandes directores protagonizadas por mujeres. Simplemente que ambas mujeres tienen un secreto.
Audrey se enamora perdidamente de un hombre mayor que no quiere relaciones serias, mientras que Marisa está tratando de reconstruir un matrimonio roto. Las dos tratan de esconder sus realidades al mundo, las dos tratan de conquistar a un hombre.
Con sus estilos particulares, ambos directores retratan el mundo de la mujer, y cómo vive el amor y el mal de amores. Los dos hablan de secretos. Los dos hablan de las relaciones padre/madre-hija, y de cómo la generación mayor puede ser de ayuda a la hora de dar un sentido a las cosas, cómo pueden ayudarnos a resolver la historia.
Los dos contaron con actrices capaces de despertar emociones y empatía en el espectador, capaces de arrancar lágrimas con un sólo gesto. Los dos mantuvieron mi cabeza alejada de este mundo por un par de horas, contándome historias similares.
Interesante las pelis, las veré para ver que onda. Hoy recorrí (en realidad leí) este blog bastante (en realidad las últimas entradas) jajaja. Bye
ResponderEliminar¡Espero que las disfrutes tanto como yo! Gracias por leer y comentar, ¡no dudes en opinar y recomendar pelis!
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