Imagina que tu padre te confiese, con setenta años, que es gay. Así comienza Beginners. Con un Ewan McGregor comedido, triste, haciendo el papel de un hijo que tiene que superar la muerte de su padre (Christopher Plummer). Un hijo que vivió la muerte de su madre por culpa del cáncer, que asumió la noticia de la sexualidad de su padre y su nueva vida (incluida su nueva pareja, interpretada por Goran Visnjic). Un hijo que luego de perder a su padre -también como consecuencia del cáncer- asume el cuidado de su mascota, un simpático Jack Russell que es completamente dependiente de su nuevo dueño. Y entonces, un día, conoce a una chica en una fiesta de disfraces (Mélanie Laurent). El resto, bueno, para saber el resto tendréis que ver la peli.
Me gustó que la película está contada desde una especie de paralelismo entre lo que vivió el protagonista con sus padres y su propia historia, con algunos detalles (imágenes que podrían ser pensamientos, símbolos, pistas para comprender mejor al personaje). Además, el personaje de Ewan McGregor es diseñador gráfico, y a través de sus dibujos conocemos más de sus pensamientos, emociones y sentimientos.
Adoré la relación del personaje de Ewan McGregor tanto con su padre como con Anna (Mélanie Laurent). Adoré la comparación de su historia con la de sus padres, la forma en que enumera los elementos y detalles de su vida y la historia –que me recuerda mucho al estilo de Jean-Pierre Jeunet-. La música y el piano, que por momentos sonaba tan similar al piano que musicalizaba la historia de Amélie Poulain… maravilloso.
Os dejo un detalle: la película es en parte autobiográfica. El padre del director (Mike Mills) salió del clóset luego de la muerte de su esposa. Quizás por esto, la película resulta cercana y casi como si fuese un amigo el que no está contando su historia.
Todos somos principiantes para vivir la vida.
ResponderEliminarY tenemos solo una oportunidad para disfrutarla ;)
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