Belleza de película. Me ha hecho recordar cuánto amo el cine de Luc Besson. Paris en blanco y negro es quizás mi favorito –tanta nouvelle vague-, y el Paris que nos muestra Besson en Angel-a es tan perfecto como siempre. Y verlo a través de la historia de una persona sin esperanzas, ver cómo recupera esas esperanzas y cómo se enamora de la ciudad es aún mejor.
Adoré esta película, todas y cada una de las cosas que hay en ella. El detalle, los planos, la edición, la fotografía. Me pareció maravillosa. Jamel Debbouze es un actor que me encanta; y Rie Rasmussen es quizás mejor actriz cuando calla, pero me pareció muy buena elección para su personaje.
No tengo palabras para explicar lo mucho que disfrutaron mis ojos viendo Angel-a. No existen. Mejor que la veáis vosotros mismos.
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