Hoy os quiero hablar de una guionista que quizás os suene por su faceta de cine escritora: Anita Loos.
Anita nació en California en 1989. Desde pequeña comenzó a trabajar en el teatro en San Francisco, pero quería ser escritora. Apenas terminó la secundaria comenzó a escribir artículos y, animada por su padre, también alguna obra de teatro.
En 1911 el teatro donde trabajaba comenzó a proyectar películas después de las funciones nocturnas, y Anita se aficionó tanto a ellas que decidió que iba a escribir guiones. Su primer guión fue He was a Collegue Boy, por el que recibió 25 dólares. Su segundo guión fue The New York Hat, protagonizada por Mary Pickford y Lionel Barrymore, y dirigida por D.W. Griffith.
Entre 1912 y 1915, Anita había escrito y vendido más de 100 guiones, pero nunca había pisado un estudio de cine. Su madre no quería que continuara su carrera en el cine; pero después de que Anita se casara y abandonara a su marido a los seis meses, decidió apoyarla. Y la acompañó a Hollywood, donde D.W. Griffith le consiguió un puesto en Triangle Film Corporation. Anita ganaba 75 dólares a la semana, con un bonus por cada guión que conseguía ser producido.
Sus primeros guiones no resultaron demasiado buenos, pero Griffith la animó a seguir intentándolo. Y pronto consiguió su primer crédito: una adaptación de Macbeth. Su siguiente trabajo fue redactar los intertítulos de Intolerance. Anita viajó a New York para asistir al estreno, y decidió quedarse allí por una temporada.
A su vuelta a Hollywood, su mentor había abandonado los estudios. Se asoció con el director John Emerson, y junto a él trabajó en varias producciones protagonizadas por Douglas Fairbanks. Gracias a esas películas, Fairbanks consiguió una oferta de Famous Player-Lasky. Y se llevó a Anita y Emerson con él. El cambio llegó con un aumento de sueldo: ahora ganaban unos 500 dólares a la semana.
En 1918, el estudio le ofreció un acuerdo por cuatro películas. Anita aceptó, y se fue nuevamente a New York, acompañana de Frances Marion. Aunque las películas que escribió no fueron exitosas, durabte su estancia en New York Anita también escribió dos libros: Breaking into the movies y How to write photoplays.
Su contrato con Players-Lasky no fue renovado, pero pronto surgió un nuevo proyecto: Getting Mary Married (1919), protagonizada por Marion Davies y producida por William Randolph Hearst. Y aunque consiguió otra oferta para repetir la experiencia, Anita prefierió escribir para su amiga Constance Talmadge. Y con ella se fue a pasar el verano en París, donde cuenta la leyenda que surgió la inspiración para su libro más famoso: Gentlemen Prefer Blondes.
A partir de entonces, Anita comenzó a trabajar en dos películas al año, lo que le dejaba tiempo para viajar y visitar a sus amigos escritores. Y en 1920, Emerson (con quien seguía trabajando como dupla) la convenció de que su futuro estaba en el teatro. Aunque no les fue mal, Anita continuó trabajando en cine. Y fue en un viaje en tren a Hollywood que comenzó a redactar Gentlemen.
En 1926 Gentlemen ya había sido editado varias veces, y Anita completó la versión para teatro.La obra se estrenó con éxito en Chicago y Broadway. Fue justo entonces cuando su marido comenzó a sufrir de hipocondría, y Anita decidió que escribiría la secuela de Gentlemen (But Gentlemen Marry Brunettes) y se retiraría para viajar junto a él.
Tres años y muchos viajes después, la crisis llegó y Anita se vió obligada a regresar al trabajo. Escribió un par de obras de teatro, se separó de su marido, y aceptó una oferta de MGM por 1.000 dólares a la semana.Su primer proyecto: Red-Headed Woman, que hizo de Jean Harlow una estrella.
En 1935, su colaboración con Robert Hopkins en San Francisco le consiguió una nominación al Oscar. En 1936 terminó su contrato con MGM, y Anita comenzó a trabajar con Samel Goldwyn en United Artists. Ganaba 5.000 dólares a la semana; pero lo detestaba. Así que decidió abandonar el estudio y regresar a MGM. Y allí consiguió firmar la adaptación de The Women que logró la aprobación de George Cukor.
Después de que el último productor con el que le gustaba trabajar abandonara el estudio, Anita decidió que quería regresar a New York. Pero el estudio no le permitió terminar su contrato hasta 1946. Cuando lo consiguó, volvió a escribir teatro. Y sus libretos llevaron a la fama a actrices como Caroline Channing y Audrey Hepburn.
Continuó escribiendo libretos y artículos en varias revistas hasta el final de su carrera. Y publicó varias memorias: A Girl Like I, Twice Over Lightly, Kiss Hollywood Good-by, y The Talmadge Girls. En total publicó 13 libros, escribió 10 obras de teatro, se rodaron 139 guiones suyos, produjo ocho películas y trabajó como actriz en tres.
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