Hoy quiero hablaros de una mujer que seguro conocéis, aunque quizás no sepáis demasiado sobre ella. Se trata de Alma Reville, quizás más conocida por ser la esposa de Alfred Hitchcock. Puede que algunos sepáis que el viejo Alfred consultaba todo con Alma, que ella era su mano derecha y en quien confiaba ciegamente. Pero, ¿sabéis por qué? Os lo contaré.
Alma nació en Nottinghamshire en 1899. Su familia se mudó muy pronto a Londres, cuando su padre consiguió un trabajo en los estudios Twickenham. Alma iba a visitarle a menudo, y tanto le gustaba estar allí que pronto consiguió un puesto como “la chica del té”.
A los 16 años, Alma consiguió un ascenso a asistente de montaje. Y muy pronto, consiguió ser asistente de director y guionista. Además, en 1918 probó suerte como actriz en The Life Story of David Lloyd George (Maurice Elvey).
Trabajó en Twickenham hasta 1919, cuando los estudios cerraron y Alma consiguió un puesto en Famous Players-Lasky como asistente de director y montajista. Su trabajo, principalmente, era supervisar la continuidad y la edición de los guiones. Por ese entonces, su camino se cruzó con el de Alfred, que comenzaba su carrera como diseñador gráfico.
En 1923, Alma perdió su trabajo cuando el estudio decidió abandonar las producciones en Inglaterra. Y Alfred, que ahora era asistente de director, le consiguió un puesto de montadora en la película en la que estaba trabajando: Woman to Woman (Graham Cutts). A partir de entonces, Alma comenzó a trabajar junto a Hitch como guionista de las nuevas producciones. Pero había un pequeño truco: su nombre no figuraba en los créditos.
En 1927, Alfred consiguió su primer proyecto como director. Se trataba de Pleasure Garden, y Alma sería la asistente del director. Según cuenta la leyenda Hitch buscaba la aprobación de Alma tras cada toma, preguntándole si había estado bien. Ella también fue responsable de las finanzas de la película, además de supervisar el montaje.
Alma y Hitchcock se habían casado en 1926. Y en 1928 nació su hija, Patricia. Hasta entonces, Alma era la que tenía más fama en la industria y hasta se hablaba de su futuro como directora. Pero ella prefirió dejarle la silla de director a Alfred, y dedicarse a los guiones. Su carrera como guionista se centró mayoritariamente en colaboraciones, tanto con su marido como para otros directores.
Alma continuó su carrera casi en la sombra, siempre detrás de Alfred. Él confiaba en su criterio, siempre escuchando sus opiniones y trabajando en los proyectos que ella aprobaba. Era ella quien seguía los diálogos, la continuidad y supervisaba siempre los montajes. Por ejemplo, fue ella quien notó que podía verse como Janet Leigh respiraba en la escena de su muerte en Psycho (1960).
Alfred siempre fue muy abierto sobre lo importante que fue Alma para su carrera, pero poco se sabe de su trabajo antes de comenzar a colaborar con él. Alma Reville trabajó en los guiones y continuidades de 34 películas, fue asistente de director en tres, trabajó como actriz en dos (también hace una pequeña aparición en The Lodger), y sólo cuenta con crédito de montajista en una (a pesar de haber trabajado en el montaje de muchas más). Habrá pasado a la Historia del Cine como la mujer de Hitchcock, pero Alma Reville fue más que eso. Y este es mi granito de arena para que se conozca la historia completa (aunque lamentablemente me sepa a poco por la falta de información accesible al respecto).
En 1927, Alfred consiguió su primer proyecto como director. Se trataba de Pleasure Garden, y Alma sería la asistente del director. Según cuenta la leyenda Hitch buscaba la aprobación de Alma tras cada toma, preguntándole si había estado bien. Ella también fue responsable de las finanzas de la película, además de supervisar el montaje.
Alma y Hitchcock se habían casado en 1926. Y en 1928 nació su hija, Patricia. Hasta entonces, Alma era la que tenía más fama en la industria y hasta se hablaba de su futuro como directora. Pero ella prefirió dejarle la silla de director a Alfred, y dedicarse a los guiones. Su carrera como guionista se centró mayoritariamente en colaboraciones, tanto con su marido como para otros directores.
Alma continuó su carrera casi en la sombra, siempre detrás de Alfred. Él confiaba en su criterio, siempre escuchando sus opiniones y trabajando en los proyectos que ella aprobaba. Era ella quien seguía los diálogos, la continuidad y supervisaba siempre los montajes. Por ejemplo, fue ella quien notó que podía verse como Janet Leigh respiraba en la escena de su muerte en Psycho (1960).
Alfred siempre fue muy abierto sobre lo importante que fue Alma para su carrera, pero poco se sabe de su trabajo antes de comenzar a colaborar con él. Alma Reville trabajó en los guiones y continuidades de 34 películas, fue asistente de director en tres, trabajó como actriz en dos (también hace una pequeña aparición en The Lodger), y sólo cuenta con crédito de montajista en una (a pesar de haber trabajado en el montaje de muchas más). Habrá pasado a la Historia del Cine como la mujer de Hitchcock, pero Alma Reville fue más que eso. Y este es mi granito de arena para que se conozca la historia completa (aunque lamentablemente me sepa a poco por la falta de información accesible al respecto).
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