Inside Out es educativa, emotiva y tiene su punto divertido. No sé si los peques la disfrutarán tanto como los que entendemos un poco más lo que nos están contando, pero Pixar sabe muy bien lo que hace. Seguro que mientras el adulto se emociona y trata de aguantar la lagrimita, los peques se lo pasan en grande con Bing Bong y los ataques de Ira.
Pero hay algo que no me terminó de convencer. Creo que es el final, aunque la historia no podía terminar de otra manera. Cierto es que con los créditos me había reído y al salir de la película estaba encantada; pero con el paso de las horas me he quedado un poco fría. Es extraño, parece que sólo me ha ocurrido a mí.
Aún así, no le puedo poner muchas pegas. La película en general es muy buena. Los doblajes de Amy Poehler y Phyllis Smith han sido mis favoritos, y la abstracción de pensamientos me ha gustado mucho. Pete Docter logra explicar cómo funciona -a grandes rasgos- la mente humana, y lo hace a través de una historia emotiva que nos lleva a recordar lo difícil que es pasar de niño a adulto. A pesar de no haber quedado fascinada, debo reconocer que Inside Out es una interesante película, y que gustará a la mayoría.
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