This Is Spinal Tap |
A pesar de estar asociados a la sátira, la parodia y la comedia, existen ejemplos de mockumentaries dramáticos, generalmente llamados docuficción para alejarse de la palabra mock (burla). Éstos no deben confundirse con los docudramas, donde se mezclan eventos reales con representaciones de sucesos reales.
Los orígenes del género no son muy claros. Algunos los remiten a Tierra Sin Pan (Luis Buñuel, 1933) o la representación de The War of the Worlds de Orson Welles en 1938; otros se refieren a "Swiss Spaghetti Harvest", una broma de April Fool's de 1957 que se emitió en programa británico Panorama como el origen; y otros hablan de A Hard Day's Night (Richard Lester, 1964) como el primer falso documental.
El término mockumentary nace en los años sesenta, con películas como David Holzman's Diary (Jim McBride, 1967), Pat Paulsen For President (1968), Take the Money and Run (Woody Allen, 1969), All You Need is Cash (Eric Idle, Gary Weis, 1978) y Real Life (Albert Brooks, 1979).
Y en los ochenta se popularizó gracias a This Is Spinal Tap (Rob Reiner, 1984) y películas como Waiting for Guffman (1996), Best in Show (2000) y A Mighty Wind (2003), dirigidas por Christopher Guest (coescritor y protagonista de This Is Spinal Tap).
Woody Allen solía recurrir mucho a este género: Take the Money and Run fue la primera, seguida por Zelig (1983) y Sweet and Lowdown (1999). Otro director que ha probado el género es Peter Jackson con Forgotten Silver (1995), sobre un falso pionero del cine llamado Colin McKenzie.
Los falsos documentales más recientes que han sonado son Dark Side of the Moon (William Karel, 2002), Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan (Larry Charles, 2006), Brüno (Larry Charles, 2009), el excelente I'm Still Here (Casey Affleck, 2009) y What We Do in the Shadows (Jemaine Clement, Taika Waititi, 2014). Este último os lo recomiendo si tenéis ganas de echaros unas buenas risas.
Me he quedado pensando en si debería mencionar The Blair Witch Project (Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999), District 9 (Neill Blomkamp, 2009), Paranormal Activity (Oren Peli, 2007), The Devil Inside (William Brent Bell, 2012), entre tantas otras. El límite del género es algo confuso. ¿Pensáis que también deberían considerarse falsos documentales, o son subgéneros? Os invito a opinar en los comentarios.
Un docudrama que me encanta, y te recomiendo, es Europa One con Sharlto Copley en el reparto.
ResponderEliminarNo sabía yo que Peter Jackson había hecho un falso documental, tendré que verlo.
No lo he visto, ¡me lo apunto!
EliminarPeter Jackson fue muy criticado por Forgotten Silver, muchos se creyeron que era un documental real. En YouTube hay alguna escena, por si te interesa ver algo.
Por cierto, me encanta tu avatar. BMO es genial :)
Lo primero que me ha venido a la mente (además de Spinal Tap claro) es Ciudadano Bob Roberts, y la versión inglesa de The Office. Por contribuir a engrosar la lista. :)
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