Cuatro tercios (4:3): el ratio de la Academia
Este ratio fue el primero en utilizarse para las proyecciones cinematográficas. Cada fotograma ocupaba todo el espacio de negativo entre las dos líneas de perforaciones (ocupando lo que serían cuatro perforaciones).
Con la llegada del sonido, éste se grababa justo al lado de una de las tiras de perforaciones, por lo que la imagen pasó a ser un poco más alta de lo que era antes. Esto “incomodaba” a la audiencia (acostumbrada al viejo formato) y resultaba un problema para la proyección en algunas salas. Los estudios intentaron ajustar la imagen al formato anterior (de 1.33:1), y en 1930 acordaron una apertura del proyector de 20,3 mm x 15,2 mm .
Sin embargo, en 1932 la Academia de Artes y Ciencias norteamericana decidió hacer una pequeña variación a las medidas estándar, estableciendo una apertura de 20,95 mm x 15,24 mm (1.37:1). Y ese fue el estándar adoptado para las producciones a partir de entonces, y hasta 1952.
Comparativa de Aspect Ratios via Wikimedia Commons |
Las pantallas se ensanchan y los estudios compiten
Con la llegada de la televisión, que tenía una relación de aspecto de 1.33:1, y se veía como una amenaza para las salas, la industria cinematográfica decidió ofrecer algo diferente. Como consecuencia, se crearon varios formatos de pantalla ancha (widescreen).
En septiembre de 1952, la 20th Century Fox introdujo el Cinerama (2.59:1). Era una variación de un formato utilizado en 1927: Polyvision. El formato Polyvision tenía un ratio de 4:1, y utilizaba tres películas de 1.33 proyectadas una junto a la otra. Fue desarrollado para el Napoleon (1927) de Abel Gance, y no triunfó porque podían verse las líneas entre cada imagen proyectada.
El Cinerama también utilizaba tres cámaras y tres proyectores, pero el resultado estaba mejor logrado. Se proyectaba en una pantalla curva, con un resultado inmersivo. Esto conquistó a la audiencia, y la industria ofreció otras variedades de formato.
El CinemaScope, también de la Fox, era un poco más angosto (2.35:1) y se lograba con una cámara y un proyector, usando una lente anamórfica. Debutó en febrero de 1953.
La Paramount implementó el VistaVision en 1954. Se trataba de un sistema que orientaba la cinta de forma horizontal en lugar de vertical, para lograr mayor calidad de la imagen. El VistaVision podía proyectarse en tres aspect ratios diferentes: 1.66:1, 1.85:1 y 2.00:1. Alfred Hitchcock utilizó este formato para algunas de sus películas, y actualmente se sigue utilizando para los efectos especiales de algunas películas (por ejemplo, Dark Knight Rises, de Nolan).
La lista de aspect ratios utilizados para el cine es muy larga (podéis consultarla aquí, y aquí tenéis algunos ejemplos de los ratios más usados), entre ellos el famoso IMAX. Ese necesita un post para sí solo, por eso hoy sólo me limito a nombrarlo. El standard actual (1.85:1), que se conoce como Masked Screen, Flat Screen o formato anamórfico hizo su primera aparición en abril de 1953. Utiliza lentes anamórficas, y es una mejora del CinemaScope que permite filmar primeros planos sin distorsiones.
La adaptación a la pantalla pequeña
La jugada del cine, que ensanchó las pantallas, supuso un problema a la hora de emitir películas en televisión. Desde los cincuenta hasta los ochenta, en que las pantallas de tv comenzaron a ensancharse al nuevo estándar de 16:9, la solución era, por lo general, cortar parte de la imagen.
El Pan and Scan implica seleccionar la parte más importante de la imagen, y recortarla en un formato 4:3. En algunos casos, eso significaba perder bastante imagen (y detalles que podían no parecer importantes). Aunque significaba perder menos que en el sistema en el que se cortaba directamente un 4:3 del centro de la cinta, en el que se perdía todo tipo de imágenes. Seguro ya lo habéis experimentado alguna vez que configuración de vuestras teles ha cambiado de 16:9 a 4:3.
Otro método de ajuste de la imagen cinematográfica es el letterboxing (las tiras negras en la parte superior e inferior), que con la llegada del 16:9 inspiró el pillarboxing (las tiras negras a los lados de la imagen). Y quizás alguna vez os habéis encontrado con su tercer hermano, el windowboxing (una combinación de los dos primeros). Para evitarlos, la única solución es distorsionar la imagen para ajustarla al formato de la televisión. Personalmente, prefiero las tiras negras ;)
Pantalla adicta, te escribo para agradecerte, (¡que menos¡), que compartas tu pasión y conocimientos cinematográficos de una manera tan clara, rigurosa y amena. Te animo a que sigas añadiendo nuevas entradas. Un saludo de un hitchcockiano y fan tuyo
ResponderEliminarPd, no sé porqué se me ha ocurrido escribirte en este post precisamente, pero así me ha surgido, pero te leo todo.
Vaya, ¡qué bonito lo que me dices! Me encanta saber que alguien encuentra interesante todo esto 😊
Eliminar¡Muchísimas gracias por tu comentario, amigo hitchcockiano! ¡Espero leer tus opiniones muchas veces más!
Hola que tal?
ResponderEliminarSerias tan amable de pasarme tus fichas bibliográficas,