Llevo tiempo mordiéndome la lengua, pero ha llegado el momento de contarlo: gracias al Canal TNT he pasado una velada en el Bates Motel. Una velada inolvidable, por supuesto, que he decidido contaros hoy.
A principios de septiembre recibí una invitación que no podía rechazar: junto a un grupo de bloggers iba a descubrir la serie Bates Motel. No podía rechazarla por dos razones: me interesaba ver cómo resolvían la precuela de la película de Hitchock (Psycho) y Norman está interpretado por uno de esos actores a los que les sigo la carrera desde el comienzo, Freddie Highmore.
La experiencia resultó muy interesante. Nos invitaron a ver cinco episodios de la serie. Episodios que nos dejaron con ganas de ver más. Y, como sorpresa, una vez terminamos de ver los episodios Norma y Norman Bates nos invitaron a cenar.
No se trataba de Vera Farmiga y Freddie Highmore (los actores que los interpretan en la serie), sino de dos actores que supieron meterse en la piel de los personajes y hacernos pasar una cena de lo más divertida (Teresa Jiménez y Eduardo Ferrés). En un escenario bastante terrorífico, pasamos por situaciones que viven los personajes de la serie y nos llevamos de recuerdo un llavero de nuestra habitación en el Bates Motel.
La serie tiene muchos guiños a la película (y es muy entretenido buscarlos); pero también se sale un poco de la historia original. Por ejemplo, Norman Bates perdía a su padre a los 5 años en la historia original y en Bates Motel un poco más adelante. Tanto Vera Farmiga como Freddie Highmore están geniales: ella en un papel que me interesaba ver vivo, y él interpretando a un Norman que me ha encantado. Sé que no es justo comparar el trabajo de dos actores en un mismo papel, pero es inevitable. Y Freddie no tiene nada que envidiar a Anthony Perkins.
Tampoco hay que ver la serie esperando ver algo exacto a la visión Hitchock, porque es obra de otras personas y está concebido para extenderse contando más historias. Pero sí, como os digo más arriba, Hitchcock y su visión tienen un homenaje dentro de Bates Motel. Algo que destaco muchísimo es la estética: tardé en darme cuenta de que estaba ambientada en la actualidad, porque los protagonistas parecen estar detenidos en el tiempo. Dentro del Bates Motel parece estar todo detenido en el pasado, pero el motel tiene su website y los personajes usan smartphones.
El pueblo también es muy interesante: todos coinciden que les recuerda a Twin Peaks. Y, sí, está completamente inspirado en Twin Peaks: Carlton Cuse se confiesa fanático de la serie y dice sin tapujos que Bates Motel son los episodios que le faltaban para completarla. El pueblo en sí es un personaje. Y si dentro del Bates Motel ocurren cosas raras, fuera de él también hay misterios que descubrir.
Y, por supuesto, no hay que olvidar que quienes ya vimos Psycho estamos esperando ver qué ocurre en la vida de Norman y qué ocurrió con Mrs. Bates. Queremos saber más sobre ella, saber qué relación tenía con su hijo y los sucesos que llevaron a ese final que Hitchock nos mostró en los sesenta. Espero ansiosa descubrirlo todo.
La película de Hitchcock
Para ir abriendo boca, he decidido contaros también un poco más sobre la película de Hitchcock de la que Bates Motel es precuela. El director en sí mismo es una leyenda, pero además de sus famosos cameos hay otras cosas interesantes. Haré como él, y os revelaré pronto su aparición en Psycho, para que os centréis ;)
Hitchcock se decidió a producir Psycho cuando sus planes de rodar No Bail for the Judge con Audrey Hepburn se pincharon. Compró los derechos de la novela de forma anónima a Robert Bloch por 9.000 dólares. Y compró todas las copias que pudo, para mantener en secreto el final de la historia.
Psycho se trataba de su última película en blanco negro y su última película para Paramount. Eligió rodarla en este formato porque creía que el color la haría demasiado gore, y porque quería invertir menos de un millón en la producción.
Usó el mismo equipo de su programa de tv, Alfred Hitchcock Presents, para ahorrar tiempo y dinero. El rodaje duró aproximadamente tres meses: del 30 de noviembre de 1959 al 1 de marzo de 1960. Se rodó en los estudios Universal, donde Hitchcock ya estaba instalado. Psycho costó 800.000 dólares, y ganó más de 40 millones. Hitch se llevó gran parte de las ganancias, porque el estudio no creía que sacaría dinero de la película y se las cedió por adelantado.
Seguro que todos sabéis que en la entrada de los cines que exhibían Psycho había una imagen de cartón de Hitchock señalando su reloj, la cual decía algo como:
“El manager de esta sala está obligado a no permitir entrar personas una vez la película ha comenzado. Su vida depende de ello. Cualquiera que intente entrar a través de puertas laterales, salidas de incendio o pozos de ventilación será castigado. El objetivo de esta política es que disfrutéis de la completa experiencia de Psycho. Alfred Hitchcock”.
Lo que quizás no sabéis es que, gracias a esto, entrar a las salas de cine antes de que comience la película se convirtió en una costumbre (antes, se podía entrar en cualquier momento).
Actores
Antes de decantarse por Janet Leigh, Hitchock consideró a Eva Marie Saint, Lee Remick, Angie Dickinson, Piper Laurie, Martha Hyer, Hope Lange, Shirley Jones y Lana Turner para el rol de Marion. Hitchock le dijo a Leigh: “Te contraté porque eres una actriz. Sólo te dirigiré si A: intentas acaparar más de lo que debes, B: no acaparas lo suficiente, o C: tienes problemas para motivar el movimiento a tiempo”.
Se permitió improvisar a Janet Leigh y Anthony Perkins. Leigh rodó durante tres semanas, una de ellas solamente la escena de la ducha. Durante el rodaje, Hitchock llamaba a Anthony Perkins “Master Bates”. El actor recibió 40.000 dólares por su trabajo, exactamente la misma cantidad que Marion se roba en la película.
Durante la preproducción, Hitchcock dijo que consideraba a Helen Hayes para el papel de Mrs. Bates, una mentira por la que recibió varias cartas de actrices solicitando que las probara para el papel. Eso no le detuvo, y siguió creando misterio alrededor del personaje: en el set siempre había una silla para Mrs. Bates.
Hitchcock probó la eficacia de “Mrs. Bates” con Janet Leigh: la dejó sentada en su camerino y esperó a escuchar cuán fuerte gritaba. La voz de la madre de Norman pertenece a tres actores diferentes: Paul Jasmin, Virginia Gregg y Jeanette Nolan. Las tres voces están mezcladas, pero podéis oír a Nolan cuando los gritos al descubrir el cadáver de Mrs. Bates, y el último discurso es Gregg.
En el set
El primer día de rodaje, se pidió a todo el equipo que prometiera solemnemente que no contarían ni una palabra de la historia. Además, ninguno de los actores tenía en su guión el final, y no lo conocieron hasta el momento de rodarlo. Todos llamaban a la película “Production 9401” o “Wimpy”, en honor a un cameraman que aparecía en las claquetas y las hojas de producción.
La primera escena en rodarse fue en la que Marion es detenida por un policía. Se rodó en la autopista del Golden State. Para implicar al espectador y hacerlo sentirse como un voyeur, Hitchock eligió una lente de 50 mm para su cámara de 35 mm. Esto logra un efecto similar a la visión humana, y podréis notarlo específicamente cuando Norman espía a Marion.
El efecto de la toma de la ducha, en la que la cámara es la alcachofa, se logró construyendo una alcachofa de casi dos metros de diámetro. La casa de Norman era el set más caro de la película, y costó 15.000 dólares. Se utilizaron piezas de otras películas para construirla, incluida una torre de la casa de Harvey (1950).
La inspiración para la casa fue una pintura: “House by the Railroad”, de Edward Hooper (1925). La casa se ha movido, y está en los estudios de Universal. Se ha reutilizado para series de tv: Laredo en 1965-66, Emergency! en 1972, Captains and the Kings de 1976, entre otras. Pero no, no se utilizó el set original para Bates Motel.
La escena de la ducha
Para la famosa escena de la ducha se dedicaron 7 días de rodaje, 70 ángulos de cámara y 90 cortes. La escena dura 45 segundos, y sólo en dos de ellos vemos al cuchillo tocar el cuerpo de Marion.
En un principio, iba a ser una escena totalmente en silencio. Bernard Hermann compuso música de todas formas, y cuando Hitchcock la vio junto a la música, cambió de opinión. El sonido del cuchillo cortando la piel es el de un cuchillo apuñalando un melón y la sangre es sirope de chocolate.
Anthony Perkins no participó del rodaje de esta escena por decisión de Hitchcock: no quería que se reconociera la figura del actor y adivináramos el final. Contrario a la leyenda, el agua de la ducha no cambiaba de temperatura repentinamente. Janet Leigh aseguró que fue agua tibia durante todo el tiempo.
Ella no iba desnuda, llevaba parches adhesivos cubriendo “sus partes privadas”. Se supone que, por esta razón, es imposible que saliera cualquier cosa en cámara que la censura pudiera vetar. Pero algunos aseguran que los parches cedieron al mojarse y que Hitchcock utilizó en el corte final una toma que hizo con la actriz desnuda. También se habla de una doble (Marli Renfro), y de que en la toma en la que ella cae pueden verse sus pechos. Dejaré que cada uno juzgue.
Al final de la escena, la toma que se aleja de Janet Leigh es un fotograma congelado. Se decidió que fuera así porque Alma, la esposa de Hitchcock, notó durante unas pruebas que el pulso de Janet Leigh se veía claramente en su cuello.
Me dejo para el final la leyenda de que Saul Bass fue quien dirigió la escena. Está comprobado que él realizó el storyboard, pero no que la haya dirigido. Cuánto es suyo y cuánto de Hitchcock, sólo ellos lo saben.
Metafórico
Hitch no dejaba nada al azar, y Pyscho tiene muchos detalles interesantes para señalar:
- Nada del vestuario de Leigh estaba elegido al azar. La ropa se compró en tiendas populares, para que los espectadores la vieran vestida con ropa que cualquier secretaria podía llevar y se identificaran con ella.
- En la escena inicial, Marion lleva un sujetador blanco. Y también la vemos con un bolso blanco. Representan su inocencia. Después de que ha efectuado el robo, la vemos con un sujetador y un bolso negros.
- La última toma de Norman Bates es un fotograma detenido, con una calavera sobreimpresa: la de su madre.
Varias curiosidades
Originalmente, Psycho iba a tener una banda sonora de jazz. Bernard Hermann compuso una banda sonora únicamente con instrumentos de cuerda. A Hitchcock le gustó tanto, que dobló el salario del compositor a 34.501 dólares.
En el trailer, la actriz que aparece gritando no es Janet Leigh, sino su doble: Vera Miles. Janet no estaba disponible cuando se rodó el trailer.
La escena de la ducha traumatizó a Janet Leigh tanto que no volvió a ducharse en su vida. Pero no fue durante el rodaje que se traumatizó, sino al ver la escena en pantalla: la actriz confesó que le hizo darse cuenta de lo vulnerable que es uno en la ducha. No fue la única: Hitchcock recibió una carta de un padre enfadado porque su hija se negaba a darse baños después de ver Les diaboliques (1955), y ahora que había visto Psycho tampoco quería ducharse. Hitchock le respondió: “envíela a la tintorería”.
No fue la única carta que recibió Hitch: varios oftalmólogos le escribieron diciendo que las pupilas de Janet Leigh estaban contraídas en los primeros planos después de su muerte. Debían estar dilatadas. Le recomendaban que usara gotas de belladonna para lograr el efecto. Hitchcock tomó nota y utilizó el truco en sus películas posteriores.
Anthony Perkins también resultó “afectado” por Psycho: hasta el día de hoy todos (y me incluyo) le asociamos con Norman Bates, y por ello él se negaba a hablar de ese personaje. De todas formas, confesó que aún si hubiera sabido que esto iba a ocurrir, hubiera aceptado el papel.
Bates Motel se estrena en TNT el 22 de octubre, a las 23.20 horas. ¿La vais a ver?
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