Más allá del éxito de The Hunger Games, me interesaba verla por la crítica social. Y la verdad es que me parece que el mensaje es bastante literal como para que cualquiera que sea consciente de cómo funciona la sociedad lo vea. Y si bien la película tiene muchos elementos interesantes a nivel cinematográfico, reconozco que no me hubiera gustado si no tuviera ese trasfondo crítico. Aunque, de todas formas, creo que la película no puede ser lo que es sin él.
No hay manera de ver The Hunger Games sin analizar el espectáculo, cómo la sociedad pide sangre como entretenimiento, y cómo –de alguna forma- el mensaje es que si no entras en ese juego no ganarás. Porque, queramos asumirlo o no, la forma inteligente de ganar en esta sociedad es hacer creer que estamos de acuerdo con ella y nos dejamos llevar por sus reglas. Al menos en principio es así. Lo interesante es cómo Katniss (Jennifer Lawrence) no abandona sus ideales, sino que participa del juego y parece que no es consciente, cuando en realidad lo único que hace es ceder un poco para alcanzar sus propios fines. Katniss me hizo cuestionarme hasta qué punto estamos tan controlados que no somos conscientes de nuestras acciones y cómo nos comportamos. Me hizo preguntarme si estoy dispuesta a ceder como ella, si todos lo hacemos.
The Hunger Games tiene mucho de 1984. Al menos a mí, me hizo reflexionar mucho acerca de la sociedad actual y el papel de los medios. Me recordó mis clases en la universidad, donde sentía repulsión y admiración por los medios de comunicación y la sociedad. Me hizo pensar, recordar palabras de mis profesores y grandes autores, recitar mentalmente párrafos que había memorizado hace años. Y eso es algo que valoro. Me gusta el cine que me hace pensar, el cine que me despierta algo. Y The Hunger Games despertó muchas cosas en mí. Más allá del éxito que tuvo a nivel “cultura pop”, rescato que tiene un mensaje interesante para analizar y analizarnos a nosotros mismos. Y me gustaría creer que quienes la han visto han recibido ese mensaje, al menos de modo inconsciente.
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