Últimamente estoy en una fase extraña: se me ha dado por “repasar” películas. Películas que llevo años sin ver. Y una de ellas es The thing called love. Debía hacer como 5 años que no la veía y, considerando que la debo haber visto miles de veces durante mi vida, eso es extraño. Así que la saqué de su cajón y me dispuse a suspirar con Samantha Mathis, River Phoenix, Sandra Bullock y Dermot Mulroney.
Primer shock: ya no me sentí igual que cuando la veía hace años. Se me hizo un pelín cursi, pero aún así sigue teniendo ese “algo” que hace que siga teniéndole un cariño especial. No olvidé las canciones, recordaba diálogos, y la escena de la boda en Memphis sigue haciéndome reír como el primer día.
Quizás porque se trata de la última película estrenada en la que trabajó River Phoenix (no aparece en los créditos de Even cowgirls get the blues, que fue estrenada el mismo año). Quizás porque -a pesar de que mucho ha llovido desde la última vez que la había visto- en el fondo sigo siendo la misma persona. No lo sé. Pero sí, a pesar de todo, sigo considerándola una película especial.
The thing called love tiene una Sandra Bullock que me conquista, un Dermot Mulroney que deja huella, una Samantha Mathis a la que muchas envidiamos por este papel, y un River Phoenix que es capaz de hacernos odiarle y amarle al mismo tiempo. Tiene una banda sonora country que me arrastró a escuchar esa música en su momento, y seguramente me lleve a repasar aquellas canciones que hace años me gustaban tanto. Es una película simple, directa, como la música country. Y sí, a pesar de que ya no la miro con los mismos ojos, creo que sigue siendo de mis favoritas.
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