Hace unos días surgió la noticia de que uno de los grandes directores de una de mis corrientes cinematográficas favoritas (la Nouvelle Vague), Jean-Luc Godard, no irá a recibir el Oscar honorífico que le concederá la Academia norteamericana. Motivos aparte –los cuales comprendo más que nadie-, creo que era hora de que se le reconociese el trabajo a al menos uno más de estos grandes directores. Y sobre todo a uno que ha marcado un estilo, y ha despertado la admiración de esa subcultura conocida como hipsters.
Tanto hablar de Godard hizo que, como siempre, se despertaran mis ganas de ver su trabajo. Así que ayer por la noche me dispuse a ver la maravillosa Vivre sa vie: Film en douze tableaux.
¿Qué puedo deciros sobre este film que no se haya dicho ya? Podría explicaros cómo y por qué tiene un estilo tan particular; explicaros que la corriente buscaba romper con el modelo de Hollywood y crear un nuevo lenguaje cinematográfico. Al comienzo uno se siente incómodo viendo películas de este estilo, no os lo voy a negar, pero merecen la pena. Yo, por ejemplo, soy una obsesiva del encuadre; y aunque me pone histérica ver cómo se atraviesan columnas en los planos, cómo no puedo ver los rostros de los personajes, etc., veo en este estilo de contar las historias ese toque de realismo que a veces le falta al cine americano.
Vivre sa vie es una historia sencilla, pero que llega. El final para mí es una de las cosas más bonitas que he visto (y no voy a contároslo por si aún queda alguno que no la haya visto). La escena en la que Nana filosofa con Brice Parain, de mis favoritas. Anna Karina está estupenda, cada primer plano de su rostro es un momento de reflexión para el espectador. Si bien es una actriz que tiene fama de no ser más que un ícono de moda, es en Vivre sa vie donde podemos apreciar su talento para la actuación.
No podemos hablar de Nouvelle Vague, de Anna Karina o de Godard sin hacer referencia a esta película. Os recomiendo que la veáis si aún no lo habéis hecho, sobre todo porque si no conocéis mucho sobre la corriente cinematográfica a la que pertenece será una buena introducción (es quizás mucho más dinámica, aunque visualmente menos poética que mi adorada Hiroshima Mon Amour, que también os recomiendo).
Lamentablemente no tengo datos curiosos para compartir con vosotros, pero si os interesa esta corriente cinematográfica estaré más que dispuesta a escribir sobre otras películas, directores y actores/actrices. Sólo debéis pedírmelo.
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